El acuerdo alcanzado por Real Madrid, Tottenham y Gareth Bale, hecho público tras varias semanas de intensas negociaciones a un día de acabar el mercado veraniego, ha permitido que el jugador galés entre a formar parte de la historia del olimpo del mercado de fichajes de todos los tiempos.

Las cifras bailan allá donde se acuda. Ninguno de los dos clubes ha hecho público de manera oficial el monto de la operación. Los medios británicos se refieren a 85,3 millones de libras (muy cerca de cien millones de euros). Desde Madrid la cantidad de la que se habla es de 91 millones de euros.

En todo caso, el galés accede al ramillete de elite de grandes inversiones en la contratación de jugadores junto al que ahora es su compañero Cristiano Ronaldo, que le costó al Real Madrid 94 millones, o al ayudante de Carlo Ancelotti Zinedine Zidane (75), quienes figuran en la lista por delante del sueco Zlatan Ibrahimovic (su pase del Inter al Barcelona supuso 69,5 millones) y el propio Kaka, quien hace hoy el viaje de vuelta de Madrid a Milan (65).

La historia, desde Alf Common, primer jugador que costó mil libras (del Sunderland al Middlesbrough en febrero de 1905), los grandes futbolistas del panorama internacional han pasado por las tablas de este particular récord, batido casi año a año.

Luis Suárez, el único jugador nacido en España Balón de Oro, costó en su día 178.000 euros al Inter de Milán; el Barcelona tuvo que pagar al Ajax en 1973 cerca de un millón de euros por el holandés Johan Cruyff, que se convirtió en todo un éxito deportivo y una referencia para el club.

El Barcelona volvió a superar el récord con la llegada del argentino Diego Armando Maradona, otro número uno y un grande de la historia, al pagar al Boca Juniors 3,5 millones de euros, aunque dos años más tarde lo vendió al Nápoles por 5,8.

La cifra fue paulatinamente in crescendo con nombres como Ruud Gullit, Roberto Baggio, Jean Pierre Papin, Gianluca Vialli, Alan Shearer, todos primeros espadas, pero todo se focalizó en el Bernabéu con la llegada a la presidencia de Florentino Pérez.

Desde la contratación de Luis Figo, que salía del Barcelona, y cuyo coste ascendió a 61 millones de euros, el Real Madrid no ha cesado de tratar de reforzar su plantilla con grandes nombres, magníficos futbolistas que además eran rentables en lo económico.

Esa es la filosofía que siempre ha querido aplicar Florentino Pérez. Hacerse con los mejores futbolistas posibles para, además de encontrar la excelencia deportiva, hallar el saneamiento económico del club.

A Figo le siguió al año siguiente el francés Zinedine Zidane, luego el brasileño Ronaldo Nazario y más tarde el inglés David Beckham. Posteriormente, sus sucesores en el ''olimpo galáctico'', fueron los Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Kaka.

El luso está en la cima de este mercado con los 94 millones que el Real Madrid pagó al Manchester United. Cristiano se ha convertido, no obstante, en la bandera del equipo dentro y fuera del campo, muy al contrario que Kaka, que emprende un viaje de retorno a Milan marcado por la rentabilidad económica, según Florentino Pérez, pero sin que le haya acompañado el éxito deportivo.

El Real Madrid, por lo tanto, se mantiene en la cima de las inversiones en fichaje, que hasta el momento este verano dominaban el París Saint Germain, con los 64 millones pagados al Nápoles italiano por el uruguayo Edinson Cavani, y el Mónaco, con los 60 abonados al Atlético de Madrid por el colombiano Radamel Falcao.

El Real Madrid vuelve a romper el mercado con Bale, un portento físico cuya progresión ha sido constante en la ''Premier'' que llega para reforzar una plantilla ya de por sí potente que había incorporado en esta ''ventana veraniega'' a los españoles Isco Alarcón, Asier Illarramendi y Dani Carvajal, así como ha hecho efectiva la compra del brasileño Casemiro, que jugó el pasado año en el filial, así como al técnico italiano Carlo Ancelotti para relevar en el cargo al luso Jose Mourinho.