Aunque ahora cueste creerlo, hubo un tiempo en el que el RCD Español pugnaba con el FC Barcelona por la supremacía del fútbol catalán. Campeón de Copa en 1940 tras derrotar (3-2) en la final al Real Madrid con dos goles del tinerfeño Gabriel Jorge, al año siguiente había caído ante el Valencia en Chamartín tras un polémico arbitraje del colegiado vizcaíno Eduardo Iturralde.