La selección española masculina de waterpolo debuta mañana en el Mundial de Barcelona ante Nueva Zelanda (21:30), el rival más asequible de la primera fase, con el objetivo de sumar una victoria que le dé confianza para obtener la mejor plaza con vistas a las eliminatorias.

Los jugadores de Rafa Aguilar buscarán mañana iniciar con buen pie la liguilla previa para coger buenas sensaciones de cara a los dos transcendentales partidos ante Montenegro y Grecia, que decidirán los cruces en la siguiente fase.

Su rival, el equipo neozelandés, participa por sexta vez en su historia en unos mundiales organizados por la FINA y está considerada como la cenicienta del Grupo A, por lo que la escuadra española no debería tener complicaciones para empezar la competición con una victoria.

España cuenta con una buena combinación de jugadores jóvenes y veteranos y en la primera fase su principal objetivo es quedar lo más arriba posible en la clasificación para evitar a los mejores rivales a partir de los octavos de final.

En este último año, el equipo técnico ha decidido buscar soluciones a un problema táctico, la presencia de dos boyas (Xavi Vallés y Balasz Sziranyi) ante la retirada de Iván Pérez, por lo que Aguilar no descarta jugar algunos minutos sin una referencia en dicha posición.

El partido ante Nueva Zelanda cerrará mañana la primera jornada del waterpolo masculino, un partido que se disputará a las 21:30 en las piscinas Picornell.

Asimismo, la selección española estará pendiente del resultado del otro partido de su grupo que enfrentará a Grecia y Montengro, los rivales más complicados de la primera fase de clasificación.

Uno de los platos fuertes de la jornada es el debut de Croacia, vigente campeón olímpico y bronce en el Mundial de Shangai, que también buscará estrenarse con victoria ante Estados Unidos.