El irlandés Daniel Martin (Garmin) fue más rápido que el danés Jakob Fuglsang al "sprint" y se adjudicó el triunfo en la segunda etapa pirenaica, en la que el británico Chris Froome demostró que sin equipo se puede mantener el maillot amarillo y Alejandro Valverde (Moviestar) subió al segundo escalón de la general.

Martin, de 26 años, sobrino de Stephen Roche, ganador del Tour en 1987 y de la última etapa irlandesa en 1992, se la jugó con Fuglsang y le salió cara gracias a un arranque a 300 metros de la pancarta que dejó al danés sin respuesta. Ambos habían saltado en la Hourquette, a 30 de meta, y aguantaron la persecución del grupo de Froome, Contador y Valverde, que cruzó a 21 segundos con el polaco Michal Kwiatkowski (Omega) al frente.

Alivio para Froome en una jornada de batalla sin cuartel desde la salida, ya que el líder se quedó solo, sin equipo, a los 30 kilómetros. Pero supo resistir en soledad la estrategia de los equipos rivales, sobre todo del Movistar, que llevó el peso de la etapa y aupó a Valverde como segundo de la general.

El escarmiento al Sky quedó plasmado en la eliminación de Richie Porte, segundo en Domaines y anónimo en la segunda etapa pirenaica. El australiano perdió 18 minutos en la meta donde concluían los 168 kilómetros de la novena que unieron Saint Girons y Bagnères de Bigorre.

"Es normal que mis hombres estuvieran hoy cansados después de la etapa de ayer. Lo he pasado mal porque me han atacado todo el día, pero al menos sigo de amarillo", dijo Froome, quien aventaja a Valverde en 1.25 minutos y al holandés Bauke Mollema en 1.44. Alberto Contador pasó al sexto puesto a 1.51.

"Todos contra Froome y el Sky". Ese fue el lema de la segunda etapa pirenaica, que ofrecía un recorrido con 5 puertos propicio para la rebelión. Y en efecto, se armó la mundial desde el inicio, pero sin derrocar al rey. El Movistar de Valverde, el Saxo Tinkoff de Contador y el Garmin de Hesjedal tenían como hoja de ruta aislar a Froome.

Después de la humillación del Sky en el primer asalto pirenaico, la carrera no podía quedar como un paseo militar de Froome hasta París. El Tour no puede terminar la primera semana. El Garmin hizo una subida trepidante al Aspet (2a, km 28) y enseguida Froome vio como su tren descarrilaba. Una batalla temprana que incluso hizo pasar apuros a Contador.

El madrileño se unió al grupo en el Menté (1a, km 44), donde el Sky ya no contaba ni con Richie Porte. Froome quedó desnudo, a merced del Movistar, que tomó la responsabilidad de la etapa con Valverde, Nairo Quintana, Rui Costa y Plaza como gestores en cabeza.

En el grupo perseguidor Castroviejo y Andrey Amador se encargaban de que Porte se fuera despidiendo del segundo puesto de la general. El ciclista "aussie" se dejó en meta 18 minutos.

Tras el descenso del Menté, donde fue obligado el recuerdo de Luis Ocaña, quien perdió el Tour en 1971 al caerse en una de sus curvas, el Movistar se disfrazó de Sky y llevó en butaca a los Froome, Contador, Schleck, Evans y compañía sin poner a prueba al líder, refugiado, con su prenda dorada como único aliado.

Nadie apretó las tuercas a Froome en el Peyresourde (1a, km 90). Pasaron adelantados por algunos escapados, con Rolland (Europcar) y Hesjedal (Garmin), con el grupo principal a 53 segundos.

El mismo decorado en la subida a Val Louron-Azet (1a, km 110) y a la Hourquette d''Ancizan, un 1a de 19 kilómetros al 7,5, última dificultad antes de afrontar el descenso que llevaría hasta la meta de Bagnères de Bigorre.

Solo Quintana alborotó con cuatro ataques, pero el líder reaccionó de inmediato. "No hubo manera de derribar a Froome, que está muy fuerte", decía el colombiano, por lo que la escuadra telefónica se conformó de antemano con el acceso de Valverde al segundo escalón de la general y la búsqueda de la etapa.

Plan perfecto de no haber contado con que por delante marchaban en fuga Daniel Martin y Jakob Fuglsang, que habían saltado cerca de la cima de la Hourquette, a 30 de meta. Ambos se entendieron y supieron guardar medio minuto hasta Bagnères de Bigorre, donde ganó el legendario Julio Jiménez, "El relojero de Ávila" en 1965.

Movistar hizo el descenso "a saco" con Rui Costa, pero cuando se resignó la escuadra telefónica el resto levantó el pie. Llegaron las dudas y las posibilidades se esfumaron.

Dani Martin, también primo de Nicolas Roche, compañero de Contador en el Saxo Tinkoff, se encargó de aprovechar el parón para estrenar su palmarés en el Tour. Un año de ensueño para el irlandés, ganador de la Vuelta a Cataluña y Lieja-Bastoña-Lieja. Un homenaje a la familia Roche.

El Tour descansará después de las dos etapas pirenaicas. El líder con la moral del más fuerte, pero con la duda del abandono de su equipo, Los candidatos tienen a qué agarrarse para soñar.