Andy Murray acabó de golpe con 77 años de agonía del tenis británico al hacerse con el título de Wimbledon al vencer al serbio Novak Djokovic, número uno del mundo en la final, por 6-4, 7-5 y 6-4.

Con esta victoria, Murray sucede al británico Fred Perry último campeón de esta nacionalidad en 1936. El jugador escocés necesitó algo más de tres horas para lograr su segundo título del Grand Slam (Abierto de Estados Unidos en 2012) y el 28 de su carrera.