El Atlético de Madrid luchará el próximo viernes por el título de la Copa del Rey, casi tres años después de su última final de la competición, perdida con el Sevilla en el Camp Nou (0-2) y que dejó una imagen imborrable en la memoria rojiblanca, con 50.000 seguidores alentando a su equipo tras la derrota.

Era el 19 de mayo de 2010. Los goles de Diego Capel, en el minuto 5, y Jesús Navas, en el 92, habían apartado al conjunto madrileño del camino del título, de otro ansiado ''doblete'', porque una semana antes había ganado la Liga Europa en Hamburgo ante el Fulham, pero una increíble escena aún aguardaba a los futbolistas del Atlético.

Derrotados, cansados por el esfuerzo de jugar una final siempre a remolque, desde el 0-1 del Sevilla a los cinco minutos, e inmóviles sobre el terreno de juego, los más de 50.000 espectadores que abarrotaban el fondo sur y buena parte de las dos gradas laterales del Camp Nou irrumpieron con una demostración de fidelidad y apoyo segundos después del pitido final del árbitro Mejuto González.

''Campeones, campeones, campeones'', el himno del Atlético, las canciones ''Te quiero Atleti'' o ''Atleti hasta la muerte''. Los gritos de ánimo a sus jugadores surgieron como consuelo desde la zona de aficionados rojiblancos. Sólo se les oía a ellos en el Camp Nou, ajenos a lo que sucedía al otro lado del terreno de juego, donde el Sevilla festejaba su título y daba la vuelta de honor al campo.

Hasta media hora después de la finalización del encuentro, con los futbolistas emocionados, desolados por no haberle podido brindar el triunfo a su afición, rodeados de una grada entregada y asombrados por la escena, no pararon de animar los seguidores atléticos. Nadie se movió de la grada ni nadie se marchó del césped.

Desde ahí les observó el portugués Tiago Mendes, emocionado, con lágrimas. "Ese momento fue... Nunca lloré en un partido de fútbol. Ya gané finales, ya gané Ligas y ese momento es difícil describirlo, con el sentimiento de que pierdes un partido y ves la gente apoyando al equipo como nunca vi", recuerda a la Agencia EFE.

"Vino de dentro una impotencia de no poder darles la victoria a esa afición que la merecía. Me sentí un poco jodido, porque esa gente no merecía perder", rememora a EFE el centrocampista, uno de los tres futbolistas que aún quedan en la plantilla actual respecto a aquel choque. Los otros dos son Raúl García y Sergio Asenjo.

Tres años después, el próximo 17 de mayo de 2013, su convincente trayectoria en esta edición de la Copa el Rey, con cinco triunfos y tres empates, le brindará la revancha al Atlético; la oportunidad de saldar una deuda con la afición contraída en 2010 en el Camp Nou.