El centrocampista del Real Betis Eder Vilarchao se reincorporó hoy a los entrenamientos con el resto de sus compañeros tres meses después de que, el pasado 28 de enero, fuera operado de una fractura articular en la metáfisis distal de la tibia izquierda.

Vilarchao, que, tras jugar dos partidos oficiales con el primer equipo, sufrió esa grave lesión a finales de enero, se ha sentido "muy bien" en su regreso al grupo, tras un duro proceso de recuperación, y ha declarado que la pierna no le ha "molestado nada, ni un dolor".

El joven centrocampista vasco, de 22 años y que cuenta con ficha del filial, ha manifestado en los medios del club bético que físicamente también se ha encontrado "bien" y que se ha "cansado mucho menos de lo que esperaba", por lo que ha confiado en que "poco a poco" irá "recuperando la forma".

"Aunque la rehabilitación ha ido bien desde el principio, siempre es complicado recuperarte de una lesión. Estar parado tres meses sin poder hacer lo que más te gusta es difícil, pero yo lo tengo ya olvidado", ha subrayado el futbolista de Santutxu (Vizcaya).

También ha recalcado que ahora va a "dar lo máximo" para intentar "demostrarle al ''míster''", Pepe Mel, que está a su disposición y ha añadido que su objetivo en esta recta final de liga es poder entrar en alguna convocatorias del equipo, aunque de lo contrario, seguirá "trabajando muy duro para el futuro".

Vilarchao llegó al filial bético el pasado verano procedente del Sestao River y, justo antes de lesionarse, había ascendido al primer equipo verdiblanco, con el que jugó un partido de Liga ante el Levante y otro de la Copa del Rey frente al Atlético de Madrid, como titular en el Vicente Calderón en la ida de los cuartos de final.