En el tramo final del entrenamiento que realizó el Tenerife ayer por la mañana en El Mundialito, Carlos Portero cayó al césped quejándose de un fuerte dolor en el tobillo izquierdo. Su presencia en el partido a medio campo en el que estaba participando resultó imposible a partir de entonces. No tuvo otra alternativa que salir del campo. Al no poder pisar con el pie lesionado, tuvo que andar apoyándose Guillermo Rodríguez y José Cristóbal, el preparador físico y uno de los fisioterapeutas del equipo.

Tras ser tratado en la enfermería, el extremo fichado el pasado mes de enero se marchó del complejo federativo Juan Padrón con el tobillo vendado y con dificultades para caminar. "Es un esguince, estoy fastidiado", comentó antes de encontrarse con los compañeros que lo esperaban.

Poco después, el club confirmó el diagnóstico en el parte médico que publicó en su web. Aunque en el informe se apunta que "es duda para el partido" de pasado mañana ante el Avilés, lo más normal es que Carlos se lo pierda.

Poniendo buena cara al mal tiempo, el jugador dejó un comentario sobre su percance en su cuenta de twitter. "Día jodido por la lesión, pero a pensar en positivo para recuperarme lo antes posible".

Portero no fue el único que no completó el entrenamiento de ayer. También se retiraron antes de tiempo a los vestuarios Aridane Santana, Íñigo Ros, Bruno y Suso. Este último acusó molestias físicas a lo largo de la semana, hasta el punto de que ayer no intervino en todos los ejercicios colectivos.

Al término de la práctica, Cervera mantuvo una reunión en el campo con el médico. Estuvieron presentes Roberto Perera -segundo técnico- y Guillermo Rodríguez.