El París Saint-Germain (PSG), un club en plena metamorfosis que aspira a hacerse con una plaza de pleno derecho entre los grandes de Europa, será el rival del Barcelona en cuartos de final de la Liga de Campeones, cota que los parisinos no alcanzaban desde hace 18 años.

El equipo que dirige el italiano Carlo Ancelotti, y que cuenta en su plantilla con estrellas como el sueco Zlatan Ibrahimovic, el inglés David Beckham, el brasileño Thiago Silva o el argentino Javier Pastore, hará del cruce con el Barcelona una gran ocasión para sacar a relucir los diamantes de su ambicioso proyecto.

Según declaró su director deportivo, Leonardo, el Barça "es totalmente favorito" en el duelo, pero los franceses sueñan con dar la sorpresa y eliminar al equipo de Lionel Messi, Andrés Iniesta y Xavi Herández.

"No hay muchas recetas de cara al Barcelona. Pero vamos a intentar ponerles en dificultades, hacer un gran partido... Una vez más, pensar que el PSF jugará con el Barcelona en el Parque de los Príncipes es algo formidable. Vamos a vivirlo como un sueño y vamos a intentar llegar lo más lejos posible en esta competición", agregó.

No obstante, el inicio de esa hazaña deberá gestarse sin su jugador franquicia pues el PSG no podrá contar con el polémico y exbarcelonista Ibrahimovic, que deberá cumplir aún un partido de sanción por la tarjeta roja que recibió en Mestalla en el partido de ida de octavos de final.

Puede resultar una baja crucial pues el sueco es el gran estilete en el que se apoya el juego ofensivo de los parisinos, como demuestra que haya logrado 24 de los 51 goles que el equipo ha logrado en liga, donde habitualmente despliega un 4-4-2.

El primer partido del cruce, que se disputará en el Parque de los Príncipes de París el 2 o el 3 del próximo abril ante 50.000 espectadores, "no será fácil, pero estos partidos nos dan mucha alegría, son los grandes partidos de fútbol", declaró Leonardo.

"París debe vivir una fiesta del fútbol", agregó sonriente el director deportivo del PSG.

Leonardo sostiene que el Barcelona es el peor rival que podía tocarles, no solo por desmantelar al Milán esta semana con un 4-0 en el Camp Nou tras perder por 2-0 en la ida, sino "por lo que han hecho en los últimos años".

El PSG sabe que el cruce supone una ocasión excepcional para hacer historia más allá de las fronteras francesas, como marca su hoja de ruta.

"Quizá tengamos un equipo hecho para Europa, basado en el talento, en la calidad de los pases, para ese tipo de partidos", declaró recientemente Leonardo después de que el club encadenase dos derrotas ligueras fuera de casa.

Aquellas declaraciones, que le valieron críticas por la soberbia que destilaban, ilustran la esencia de un equipo forjado a base de petrodólares que no se conforma con dominar el campeonato liguero nacional.

El PSG ya lidera esa competición y empieza a abrir brecha con el Olympique de Lyon, segundo a cuatro puntos. Pero nadie en el club parisino esconde que el equipo está pensado para lograr éxitos europeos, para deleite de los dueños de Qatar Sports Investment, que hace dos años se hicieron con el control de un club en el que han solo han invertido sumas extraordinarias.

El PSG , que llegó a cuartos de final de la Liga de Campeones al eliminar al Valencia con un 1-2 en España y un 1-1 en Francia, acumula 24 partidos sin perder en casa.

Será la tercera vez que los caminos del Barça y del PSG se crucen en competición europea después de que los franceses lograran eliminar a los españoles también en cuartos de final de la Liga de Campeones en 1994-1995, cuando los galos firmaron un 1-1 en el Camp Nou y se impusieron en el Parque de los Príncipes por 2-1.

Dos temporadas después volvieron a encontrarse, esta vez en la final de la Recopa de Europa con victoria blaugrana gracias a un gol de penalti de Ronaldo.