Rocambolescamente, como hace unos años acuñó Lobo Carrasco para explicar el fichaje de Pepe Moré por el Tenerife, Ayoze Placeres puede acabar en el CD Marino en este mercado de invierno. Si hace poco más de una semana tal posibilidad quedó descartada, el propio jugador ha solicitado a su agente que retome esta vía en las condiciones que, inicialmente, habían pactado los dos clubes. Quique Medina le ha comunicado a José Juan Almeida la predisposición del central y la operación se ha reactivado.

Cuando el equipo sureño dio por cerrado el caso, Ayoze había solicitado renovar su contrato como blanquiazul por una temporada más para aceptar la cesión. Su vinculación acaba el 30 de junio y consideraba arriesgada para su futuro la apuesta de jugar en el Marino, hundido en la tabla clasificatoria del Grupo I.

El Tenerife se plantó y le instó a que aceptara una cláusula unilateral (como sucedió con Bruno) para que la renovación se hiciera efectiva antes de una fecha determinada. El presidente marinista, Pepe Barrios, montó en cólera y dio carpetazo al asunto. El jugador de Taco se disculpó con el dirigente y se centró en entrenarse a la espera de ofertas de equipos peninsulares.

Ahora, justo cuando varios clubes de campanillas habían mostrado interés en el futbolista, unos problemas de índole familiar aconsejan a Ayoze Placeres no moverse de la Isla. De esta forma, la opción del Marino cobra fuerza en perjuicio de algún rival directo del Tenerife que había ofrecido ya temporada y media al central. El próximo lunes, si Barrios acepta, podría cerrarse su cesión.