El Real Madrid, líder indiscutible de la Liga Endesa y con posibilidades de igualar su mejor arranque de Liga, visita hoy a un Barcelona instalado en una insólita octava posición que necesita la victoria para ahuyentar el peligro de quedarse fuera de la Copa del Rey.

Catorce victorias en otros tantos partidos han otorgado al equipo de Pablo Laso una posición predominante en el campeonato con tres triunfos de diferencia con respecto al segundo, el Caja Laboral. Será el segundo gran clásico del baloncesto español de la temporada. El único precedente fue la Supercopa de Zaragoza, trofeo con el que arranca la temporada y en la que el Real Madrid se impuso por 95-84 con una gran actuación de Rudy Fernández, autor de 22 puntos y elegido Jugador Más Valioso del torneo.

Pablo Laso considera que un clásico contra el Barcelona siempre "es un partido especial en el que no se puede hablar de favoritos", aún cuando reconoce que "las circunstancias del partido, en cuanto a clasificación, son favorables".

Para Laso, el Barcelona tiene "grandísimos jugadores" por lo que el partido "va más allá de los estados de forma". "Tienen una gran plantilla y no me planteo que tengamos la vitola de favoritos. Ellos en su campo son un equipo que se crece y se están jugando la clasificación para la Copa. Lo que preveo es un partido muy difícil y muy duro para nosotros", indicó.

"No es una final", advirtió, "ni para ellos ni para nosotros. Ellos pueden tener oportunidad de entrar en la Copa incluso perdiendo, y si se quedaran fuera no lo harían por este partido sino por los que han ido perdiendo durante la temporada".

Por su parte, el Barça, que ofreció su mejor versión el pasado viernes en la Euroliga, afronta el clásico muy motivado y consciente de la importancia que tiene el partido de hoy. Xavi Pascual, técnico blaugrana, confía en su plantel y, pese a la buena marcha del rival, está convencido que la victoria se quedará en el Palau Blaugrana, aunque "tengamos que sufrir", dijo.