Sara Correira es una de las voces que arropan el fado del siglo XXI, una joven que acumula muchas experiencias en su mochila musical. Su ADN está impregnado de tradición portuguesa, de unas sonoridades que envolverán el próximo jueves el teatro Guimerá. "Voy con canciones nuevas; con unas cuantas historias que me están dando muchas alegrías", sostiene en referencia a lo que se va a encontrar el público que acuda, a partir de las 20:30 horas, al emblemático espacio cultural capitalino.

Lo de Sara con el fado no fue un amor a primera vista, más bien fue una conexión familiar que nació cuando ella aún dormía en una cuna. "Estaba en mi hogar; era algo que se oía a todas horas... Más tarde, a los tres años, ya iba a las casas de fado a escuchar a mi tía", avanza sin poder obviar que "era inevitable que yo me pudiera contagiar de esos sonidos". Aunque canta desde los nueve años, fue a los 14 cuando entró en contacto por primera vez con un estudio de grabación. "Lo que llevó a Tenerife no tiene nada que ver con lo que hice entonces, pero queda algo de esa niña", cuenta sobre una evolución que ha estado dirigida por Diogo Clemente. "Es una persona que conoce cómo respira el fado, que sabe identificar todos sus secretos", elogia una intérprete que en "Fado Desnudo" contó con la colaboración del guitarrista Marino de Freitas y la bajista Vicky Marques.

Correira no pone reparos a la hora de descubrir que lleva muchos años preparando un material que ha sido elogiado por la crítica. "Lo he disfrutado desde su origen y ahora hay que mostrarlo", acota una solista que siente admiración por las carreras de Amàlia Rodrigues, su confesa inspiración, Beatriz de Concaiçao, Fernanda María o Herminia Silva. "Yo vivo del fado, y él reside en mi corazón; ambos alimentamos una larga relación". La música de raíz lusa es la única vía que ha explorado durante casi dos décadas. "Podía haberme ido a otro lugar, pero me quedé aquí porque ahí es donde están los recuerdos de mi infancia. El peso de una historia que respeto y que trato de transmitir de la forma más correcta que sé, aunque eso no significa que no quiera evolucionar", adelante sobre un debate que está vivo. Y es que el fado, al igual que ocurre con el flamenco, se debate entre la tradición y la modernidad.

La creadora portuguesa prefiere moverse en un punto de equilibrio en el que coincidan lo antiguo y lo que está por venir. "Los ropajes que le doy a mi música son nuevos, pero la piel conserva la esencia del fado que me enseñaron, la música con la que me crié adaptada a lo que quiere el público en 2019", aclara en un intervalo de la conversación en el que exalta que lo importante no es decidir entre el pasado o el presente, sino transmitir la fuerza de un género que está más vivo que nunca. "Lo que estamos haciendo los jóvenes es construyendo algo sobre una base muy sólida, es decir, añadiendo piezas a una estructura musical que es reconocida en todo el mundo. Más decisivo que el lenguaje o las formas musicales, son las herramientas que elijas para contar un fado... Tiene que salirte del alma y pellizcar el alma de los espectadores: de alma a alma", repite una artista que no tiene la intención de dar el salto a otro género. "Me lo han llegado a ofrecer, pero este es el lugar en el que me siento cómoda. Aquí encuentro todo lo que necesito para que las canciones crezcan y lleguen a las personas que las esperan".

Sobre el carácter frío y melancólico que destila el fado, Correira no tiene dudas. "Eso es algo que no se puede cambiar. Hay amor, soledad, tristeza... Alguna que otra vez también existe la alegría (sonríe), pero por lo general se cuentan cosas que preocupan a las personas". Esa amargura, sin duda, es lo que para ella convierte a la canción lusa más reconocida en los cinco continentes en algo especial. "Todas las músicas que tienen raíces profundas transmiten esa sensación. La tradición es algo que se observa desde una visión más tranquila", añade en la parte final de una conferencia telefónica en la que no deja pasar la oportunidad para recomendar su nuevo catálogo de canciones. "Son vivencias que crecieron dentro de mí, que durante un tiempo pasaron a formar parte de unos papeles y ahora están en un disco o suenan en los conciertos como el que voy a dar esta semana en Tenerife. Resulta emocionante poder desprenderte de algo que has querido durante un tiempo para que lo disfruten personas con las que mantienes una relación a partir de la música", destaca Sara Correira.

Sara

Correira

CANTANTE

Vea aquí el videoclip del tema "Quando el fado Passa" interpretado por Sara Correira.