Calidad, diseño rompedor y precios competitivos son algunos de los valores con los que varias firmas de diseño y decoración españolas están buscando implantarse en China, un lugar que es todavía territorio de países punteros en diseño como Italia.

"El diseño español tiene mucho futuro aquí. La marca Italia pesa mucho, pero España tiene muchas posibilidades. (China) es un mercado muy grande que aún no es maduro y hay que llegar lo antes posible", cuenta Andrés Martínez, director comercial de Nomon.

La firma de relojes de interior forma parte de la decena de empresas españolas que estos días participan en la ciudad china de Shanghái (este del país) en la feria Design Shanghái, una de las más importantes de Asia en su sector.

En opinión de Martínez, que es la segunda vez que participa en este evento, los españoles todavía "no tienen mucha presencia" en el gigante asiático en el sector del mueble pero "somos un país que les gusta mucho, tenemos mucho a favor, pero tenemos que hacer un esfuerzo para instalarnos".

Un esfuerzo que este año ha venido acompañado del empuje institucional, pues por primera vez en la feria hay un pabellón español auspiciado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), bajo el eslogan "Interiores de España: sustentabilidad y recuperación de las tradiciones locales".

En él están incorporadas cinco marcas (Roca, Sancal, Agrippa, Nomon y RS Barcelona) -las demás firmas están presentes a título individual- con un objetivo común, además del de entrar o potenciar su presencia en el mercado chino: el de hacer marca España.

"Lo que queremos es intentar construir imagen de marca España dentro del diseño. Yo creo que eso es muy importante y es especialmente importante en un país como China", dijo el consejero jefe de la oficina del ICEX en Shanghái, Alfonso Noriega.

Así, buscan hacer "una diferenciación de España" asociada a conceptos como "la calidad y la tradición combinada con la vanguardia" y que este concepto les sirva a las empresas como carta de presentación para llegar a China.

Según datos proporcionados por ICEX, las exportaciones españolas de muebles crecieron el 4,8 % en 2018 hasta alcanzar la cifra de 2.214 millones de euros.

China no aparece entre los veinte primeros destinos a los que vendió España, mientras que Francia y Portugal juntas acaparan casi el 40 % de las exportaciones.

"Las empresas españolas en general están volcadas en el mercado europeo e ICEX lleva ya muchos años insistiendo en que hay que abrir otros mercados", explica Marina García del Soto, jefa de departamento de Hábitat del ICEX, quien ha viajado a China para apoyar a las empresas españolas en la feria.

En su opinión, España ya "llega tarde" a China, un país en el que "los italianos ya están, tienen su propia feria", el Salón del Mueble de Milán, que se celebra también en Shanghái.

Sin embargo, García del Soto cree que, igual que está sucediendo en otros países, el diseño español también puede hacerle sombra al italiano en China.

"Se la estamos haciendo porque nuestras empresas de diseño son más competitivas que las italianas, con mejor precio y mejor calidad, lo dice el sector. Hacemos sombra, hacemos pupa", asegura.

Pero pese a las enormes posibilidades existentes, las marcas son conscientes de que no será sencillo.

"En China es ir improvisando, creo que no hay ninguna fórmula, no hay un mercado comparable en el que puedas hacer una prueba de si va a funcionar, así que creo que lo mejor es venir aquí y tirarse a la piscina", cuenta Javier Farrés, gerente de exportaciones de RS Barcelona.

Ellos fabrican mobiliario y están especializados en mesas de juego como el futbolín, el billar o el ping pong, uno de los deportes nacionales en China, que preside el estand de la marca en Design Shanghái.

Pese al gran reto inicial, Farrés es optimista y piensa que es simplemente tiempo lo que España necesita para consolidarse, también tiempo para conocer el mercado y la cultura china, apunta por su parte Martínez.

"Somos unos desconocedores totales de la cultura china y del mercado chino porque realmente es un mercado todavía joven en el que no hay unas normas establecidas y se está improvisando", añade.

Por ello, señala, como "cualquier relación humana", lo que hay que hacer es apostar por China, viajar a China, "venir aquí y que te conozcan".