El tinerfeño Jesús Alberto Reyes Cornejo (Santa Cruz, 1967) se ha estrenado como novelista con "El silencio de los Abades", una historia muy imaginativa que se desarrolla en los años 40 del siglo pasado en el denominado Sanatorio de Abona, un espacio pensado para acoger y tratar a los leprosos de la isla, aunque el proyecto fue abandonado ante los avances de la medicina.

Este graduado en Derecho y funcionario de justicia de profesión eligió como personaje central de su historia a Lucas, un joven herreño que decide abandonar su isla natal en busca de aventura y una vida mejor. Dos pescadores lo trasladan en una falúa rumbo a Tenerife, pero el mal tiempo reinante en la mar los obliga a desembarcar cerca de una extraña aldea poblada por leprosos, el Sanatorio de Abona, en Abades. Allí viven una serie de personajes que están unidos por una ilusión en común, construir una iglesia.

Reyes aclaró enseguida que "es una historia de superación. Siempre que pasaba por Los Abades me llamaba la atención las ruinas que se ven allí", la iglesia de hormigón y otros edificios que fueron proyectados por el arquitecto Marrero Regalado. "Lo veía todo muy misterioso. La novela se sitúa en la postguerra española y todo gira en torno a Lucas, un emigrante canario de los que usaban las falúas para ir de una isla a otra".

Con una prosa ágil y fresca, según el prologuista del libro, el periodista Martín Llade, el autor de "El silencio de los Abades", construye un espacio físico, agreste, medio desértico, casi incomunicado, en el que conviven unos personajes y unas relaciones que resultan creíbles por la humanidad que los caracteriza, apartados de la civilización por el miedo que se tenía a la lepra, y a los que llevaban regularmente provisiones para poder subsistir, incluido el periódico EL DÍA para estar informados de lo que ocurría, puntualizó Reyes.

"Lucas se siente como atrapado por el lugar, convive con ellos y conoce a una serie de personas muy peculiares, como Marta, una chica muy especial, una enferma que era como el alma mater del sanatorio, de la que se enamora el protagonista. También destaca el médico del sanatorio, que los ha organizado a todos para construir una iglesia con la ayuda de los enfermos, tarea en la que también se ve implicado Lucas".

La trama de este relato, centrado en su totalidad en esta peculiar aldea apartada de la mano de Dios, se va poblando de otros seres, como un soldado que quiere ir a Israel, un cura de Arico, muy campechano; un pelirrojo comunista, que es escultor y que hace una imagen de la virgen de Candelaria para la iglesia, además de saber de carpintería, entre otros.

"Surgen personajes muy curiosos que son de mi entorno. Son muy estoicos, luchan por un ideal en un entorno muy hostil, donde hay mucho sufrimiento. El trasfondo es luchar por un sueño. Hacer que esa meta que parece imposible se haga realidad, dentro de la solidaridad y la convivencia, en un lugar donde no hay futuro. Para mí representa la perseverancia y la constancia por un sueño común a todos: unirse para construir una iglesia".

"El silencio de los Abades", publicada por Ediciones Libertarias, tiene algo más de un centenar de páginas (125) que se leen de un tirón si uno se engancha a la historia narrada. Según el autor, el género en el que se mueve su contenido se encuentra entre el realismo y el costumbrismo de entreguerras. Reyes Cornejo asegura admirar la literatura de Benito Pérez Galdós, sobre todo su novela "Marianela", y también a Arturo Pérez-Reverte.