Que los escotes son sensuales, sugerentes y muy atractivos es una realidad, sobre todo cuando la piel aún está bronceada. Sin embargo, para la estación que ahora comienza parece que no haremos uso de este tipo de corte. Esta temporada el misterio lo aportan los colores y materiales que envuelven el cuello.

La paleta de los azules es la protagonista. El más intenso e interesante es tan oscuro que parece negro y lleva el nombre Navy Peony 19-4029TCX, mientras que el tono más inocente, casi como el de los bebés, la trae el Blue Bell 14-4121TPX. El rosa que se aproxima al tono más típico de las bailarinas tiene la referencia Ballet Slipper 13-2808TCX. Los burdeos se actualizan con el código que esconde el Tawny Port 13-1725TCX, mientras que los violetas se entonan bajo el Royal Lilac 18-3531TPX. El color que no llega a definirse ni por ser marrón ni verde se acerca al rostro bajo el nombre de Otter 18-1018TCX.

Tratándose de colores que pueden parecer que van desde una rama hasta la otra triunfa el Golden Olive 16-0639TCX, aquel que baila entre el verde de las olivas y el color del oro. Los colores de siempre se actualizan. El rojo es Grenadine 17-1558TPX, con una pincelada de naranja, el camel se rinde al Butterum 16-1341TPX, ese que se pigmenta un poco más cálido, mientras que el gris es absolutamente neutro, Neutral Gray 17-4402TPX.

En formas y diseños se imponen los cuellos "cisne", esos que cubren y se decoran con estampados y texturas. Los "perkins", que no son los que más le gustan a todo el mundo por su tamaño indefinido, son una opción muy interesante. El "cuello a la caja", como el de las camisetas, es siempre un acierto. Pueden estar ribeteados con pasamanería o pedrería, dando un toque especial. Cuando se trata de enriquecer la terminación las lazadas, por clásicas que puedan parecer, consiguen dar un punto sofisticado en el que la personalidad de quien lo modela se muestra simplemente con la forma de atarlo o apostando por los que vienen formados y se colocan como superposición con fornituras.

Que no vayamos a apostar por los escotes no significa que no nos pongamos collares sino todo lo contrario. Hagámonos con los de temporada. Los "baberos" o "cuellos de camisa joya" con dibujos, apliques o bordados, aseguran un estilismo cuidado y la versatilidad del top tanto en las ocasiones en las que lo utilizamos como en las posibilidades del mismo. Los "chockers", que han durado como tendencia más de lo esperado, acercan la luz a la cara. Este año que sea ancho y de terciopelo.

Si buscas estar absolutamente deslumbrante, los "pañuelos de malla" son una opción perfecta, pero sé prudente, que los destellos que ofrecen no están preparados para todas las ocasiones.

Ya sabes, este otoño/invierno presume de cuello.