Con los notas aún vibrando por la polémica generada alrededor de la 33ª edición del Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC), nueve personas, entre las diecisiete que se presentaron al proceso de selección, aspiran a dirigir la cita de 2018.

Quien asuma esta responsabilidad se va a encontrar con una partitura casi leída: un presupuesto cifrado en 1,3 millones de euros; la ausencia de las bandas y tres orquestas ya cerradas: la Filarmónica de Munich, la Orquesta de Cámara de Viena y la Orquesta Filarmónica de Novosibirsk.

Eso sin contar con el férreo control y la estrecha vigilancia por parte de la Comisión Asesora.

El proceso de selección se realizará en dos fases. La primera, centrada en los méritos profesionales de los aspirantes, y la segunda, en la exposición y defensa de los proyectos presentados, además de una entrevista personal. La fecha máxima para resolver el concurso es el 1 de agosto de 2017, según se establece en las bases.

La convocatoria se publicó el pasado 3 de mayo y entre los requisitos que se exigen para optar a este puesto figura experiencia constatada en puestos iguales o similares en el ámbito nacional e internacional en los últimos cinco años. Asimismo, deben presentar un proyecto a corto y medio plazo de las características principales del festival.

En los criterios de la selección se valorará, principalmente, la planificación y consecución de objetivos, responsabilidad social, elaboración de presupuestos, conocimiento de la normativa del sector público, gestión de personal y cualquier otro conocimiento en aras a la producción de un gran festival de música.