La Ertzaintza ha recuperado alrededor de 2.000 cartas escritas entre 1604 y 1895 que habían sido robadas durante varios años por una sola persona experta en estas misivas prefilatélicas de varios archivos vascos y del resto de España.

La consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, ha informado hoy en una rueda de prensa de la Operación Gutunak (cartas en euskera), que ha conducido a la recuperación de "una parte del patrimonio cultural vasco, que ha vuelto a estar donde debe estar".

Del total de documentos recuperados, 157 proceden de archivos vascos mientras que el resto fueron robados de depósitos de otras comunidades autónomas, según han explicado el jefe de la sección central de la Ertzaintza de Delitos contra el Patrimonio, Koldo Olabarrieta, y el agente especialista de ese área Iñaki Salgado.

Faltan por rescatar otras 651 cartas sustraídas de depósitos de Euskadi.

La operación ha permitido recobrar cartas enviadas por Felipe III al corregidor de Palencia en 1604 o por Felipe IV a Diego Hurtado de Mendoza y al diputado general de Álava en 1625, entre otros ejemplares "únicos e irrepetibles".

Las pesquisas comenzaron en 2011 cuando la responsable del archivo de Bergara, Aránzazu Oregi, se percató de la ausencia de documentos prefilatélicos, término que engloba a las misivas enviadas antes de la invención del sello a mediados del siglo XIX, que generalmente consistían en legajos plegados sin sobre.

Tras presentar la denuncia en la comisaría de la policía autonómica en esa localidad guipuzcoana, la investigación desembocó en la detención de una persona como responsable de los robos.

El autor del expolio era una persona experta y coleccionista de prefilatélicos que aprovechaba un descuido para sustraer los documentos y que "no levantaba sospechas", según ha reconocido Aránzazu Oregi.

El destino de los documentos era el mercado del coleccionismo o, si no, pasaban a pertenecer al propio autor de los robos.

Los representantes de la Ertzaintza han señalado que el arresto del responsable "no fue difícil ya que existían grabaciones", pero al analizar las cartas incautadas fueron conscientes de que la operación tenía una trascendencia mayor, ya que las sustracciones podrían haberse llevado a cabo desde 2007.

El trabajo posterior consistió en determinar la procedencia y destino de los documentos robados, algunos de los cuales podrían alcanzar en el mercado los 400 euros, aunque su "valor no es tanto económico patrimonial", han resaltado.

Los 157 documentos de archivos vascos recuperados habían sido sacados de forma fraudulenta de del Centro Documental de Euskadi Irargi, así como de los archivos municipales de Bergara y Urretxu, de la Casa Zavala y del Santuario de Loyola.

El resto, según los peritajes técnicos llevados a cabo, proceden de fondos de otras comunidades autónomas, por lo que la Ertzaintza ha contado con la colaboración de expertos de la Guardia Civil, la Policía Nacional, los Mossos D''Esquadra y la Policía Foral de Navarra.

Las misivas que todavía no han sido recuperadas están digitalizadas y las imágenes han sido enviadas a otras policías de ámbito internacional, así como a asociaciones de aficionados a la prefilatelia para que, en caso de que sean detectadas en una subasta o en una feria, den cuenta a las autoridades.

Aunque el experto fue detenido a finales de 2011 y posteriormente juzgado por hurto, las investigaciones se extendieron durante los años posteriores y el Departamento vasco de Seguridad no ha dado cuenta de ellas hasta hoy en el marco de los cursos de verano de la Universidad del País Vasco.

mz/ab/jlg

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