Dos semanas de convivencia concentradas en una fiesta de algo más de una hora de duración. Eso es lo que experimentaron las personas que anoche se acercaron a la Sala de Cámara del Auditorio capitalino para sentir el espíritu aloha, un recetario emocional que se rige a partir de la alegría, la cortesía, la simpatía y la razonabilidad. Coreografías y música conformaron la escaleta de un festival dirigido por Yurena Namahara en el que participaron 40 alumnos de tres clases. "Por primera vez tenemos un hombre... En las ediciones anteriores hubo dos, pero uno era mi padre (Chago Melián) y un amigo", comentó la responsable del taller.

Durante la velada, además, se produjo la actuación de Chago Melián y Entre Cuerdas (Yanira Martín y Emilio Negrín), y Nahamana instruyó a los presentes sobre la importancia que tiene "el lenguaje de las manos". Además, de los inscritos en esta edición, en la exhibición participaron personas que ya vivieron la experiencia de formar parte de esta aventura en otras ediciones. "Siento que han aprovechado bien las clases", comentó antes del comienzo de la demostración Yurena. "Quince personas han repetido y si tuviera que destacar algo de la edición clausurada sería la felicidad que transmiten los alumnos que han disfrutado este taller desde dentro", agradeció Namahana.