Alineados y casi impolutos, elementos inanimados, huérfanos de miradas y caricias; guardianes del polvo y espejo de la desidia. Esta realidad entronca con esa tipología de hogares donde los libros representan un elemento decorativo, un adorno más del mobiliario.

En este ambiente figurado cabe pensar que no existe hábito de lectura, que los padres no leen cuentos a sus hijos, ni acaso crucen palabras con ellos.

Estos renglones bien podrían ilustrar el capítulo que sobre los índices de lectura en España describía el barómetro del CIS cuando, el pasado mes de julio de 2016, reflejaba que el 39,4% de los españoles no lee nunca o casi nunca; que al menos un 57,5% nunca había acudido a una librería y que el 74,7% no había pisado una biblioteca en su vida...

Dicen los viejos que hubo un tiempo en el que la aparición de cada nuevo libro representaba un acto celebrado socialmente, por lo excepcional, pero lo cierto es que hoy en día este tipo de escenarios, por lo repetido, ha dejado de despertar interés.

A propósito de estos asuntos, en una entrevista publicada en el diario Información de Alicante, el 15 de septiembre de 2013, el periodista y escritor Juan Cruz Ruiz aseguraba que "en España, lamentablemente, se lee muy poco a Azorín, pero sobre todo porque se lee mal, porque en España se lee muy poco lo que no está de moda". Unos párrafos más adelante, sentenciaba: "Un pueblo sin cultura es un pueblo sin nada", para poner el acento en el hecho de que no le importa tanto la política cultural como el hecho de que la gente "no vaya a las bibliotecas. La cultura la hacemos los ciudadanos todos los días". Y continuaba reflexionando Juan Cruz: "La política cultural, la industria cultural es la que está mal porque no hay dinero para el teatro o el cine. Pero nadie habla de los libros por leer, ni de las dotaciones de las bibliotecas; parece que toda la cultura es visual. Cuando se habla de la crisis del libro es porque viene Internet y no porque no haya dotación económica para las bibliotecas".

De fondo, las macroeditoriales, los agentes literarios, los medios de comunicación amplifican el mercado del libro y lanzan a los grandes autores y toda clase de best sellers, un producto de consumo que en la mayoría de las ocasiones está reservado para servir de auxilio como regalo propicio en época navideña y hasta de objeto fetiche en las ferias del libro de aquí y de allá.

Las estadísticas señalan que durante el año 2015 se depositaron en la Biblioteca Nacional un total de 61.008 títulos editados en España, lo que representó un valor de casi un título y medio (1,3) por cada mil habitantes.

Con todo, la lectura es una de las actividades culturales preferidas por los españoles, si hacemos caso a los datos de la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España 2014-2015, según la cual un 62,2% de personas afirmaba haber leído algún libro en el último año. Y sea ficción o realidad, las encuestas hablan de que quienes leen lo hacen por placer y que el grado de interés hacia la lectura logró un 6,3 sobre 10. Aprobado.

El Informe PISA 2015

El informe de Evaluación Integral de Alumnos de 2015 (PISA, por sus siglas en inglés) de la OCDE, que se presentó el pasado 6 de diciembre a nivel mundial, colocaba a Canarias a la cola en el apartado de Lectura -antepenúltima posición con 483 puntos-, Ciencias- también antepenúltima con 475- y Matemáticas -última con 452 puntos-. El documento revela que en España existen diferencias de rendimiento entre el alumnado de 15 años, en función de la comunidad donde estudien.

En el segmento de Lectura lidera la tabla Castilla y León (522), con 47 puntos más que Extremadura (475), en última posición, y por delante de las medias de España (496), la OCDE (493) y la UE (494). En segundo lugar figura Madrid (520), seguida de Navarra (514), Galicia (509), Aragón (506), Cantabria (501), Cataluña (500), Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana (499) y Asturias (498). Por contra, País Vasco y La Rioja (491), Murcia (486), Baleares (485), Canarias (483), Andalucía (479) y Extremadura (475) presentan los menores rendimientos ompetencia lectora.

La "lectura" oficial

La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias valoró los resultados, si bien poniendo el acento en que "se ha mejorado en todas las áreas muy por encima de la media estatal", aunque Canarias figura entre las comunidades con peores datos, Y detallaba que en Matemáticas la diferencia fue de 14 puntos menos que en 2009; en Comprensión Lectora de 20 puntos menos y en Ciencias se recortó en 18 puntos, concluyendo que Canarias fue la comunidad que más avanzó desde el año 2009.