Contactar con el público es una de las máximas que rigen los espectáculos creados por la bailarina y coreógrafa valenciana Sol Picó (Alcoy, 1967), Premio Nacional de Danza 2016, que hoy actúa por primera vez en Tenerife, en concreto en el teatro Guimerá de Santa Cruz, a partir de las 20:30 horas, donde presentará la obra "One-Hit-Wonders".

Esta amante de la danza, que atesora diez premios Max en su palmarés, interpretará durante alrededor de una hora una coreografía muy especial que ha diseñado para celebrar las más de dos décadas cumplidas por su compañía, recorrido profesional en el que revisa algunos de los momentos álgidos de su carrera con una selección de cinco piezas para ella emblemáticas y representativas de su trayectoria artística. Le acompañará en varios números su "sombra", el técnico y bailarín Joan Manrique.

"Me parecía oportuno y me apetecía muchísimo recordar algunos momentos, hacer un poco de memoria momentánea, porque todavía queda para rato. Es una memoria de algunos momentos interesantes e importantes de espectáculos, pero sobre todo es como una reflexión del paso de la vida y mi excusa es mi carrera. El paso del tiempo, los pequeños fracasos, los éxitos, el amor, el desamor, los momentos exultantes y lo que significa enfrentarte a un momento distinto y diferente, los deseos no cumplidos...", explicó esta bailarina, considerada una de las más heterodoxas del panorama español.

Esta reconocida profesional, cuyas producciones tienden a combinar técnicas y lenguajes diferentes, danza clásica, contemporánea y española, se considera una persona muy positiva que siente verdadera pasión y un amor absoluto por la danza, a la que ha dedicado y dedica muchos esfuerzos desde que con seis años sintió la llamada de este arte, aunque en más de una ocasión ha pensado tirar la toalla, pero todavía se levanta cada mañana con fuerza para entrenar, ensayar, crear...

El espectáculo al que dará vida hoy reúne fragmentos de cinco de la treintena de coreografías que ha montado e interpretado de 1994 a 2015, desde que puso su nombre a su compañía. "No ha sido nada fácil. Empecé sola haciendo performance llevada exclusivamente por amor absoluto a la danza y la necesidad de bailar y comunicar con el público. Es una necesidad total, visceral (...)".

Tras más de dos décadas en las tablas, ella tiene la sensación de seguir buscando el sello que defina su estilo. "Lo sigo buscando cada día, aunque a estas alturas hay elementos que utilizo, que los voy repitiendo a lo largo del tiempo porque son maneras de trabajar y peculiaridades como mezclar las formas de danzar. He trabajado en danza clásica, he hecho contemporánea, de alguna manera me gusta unificarlo. Por ejemplo, trabajo con las zapatillas de punta del ballet clásico en una bulería. Son elementos que me gusta confundirlos y utilizarlos desde otros puntos de vista. Mi sello lo definiría como un cóctel. El cuerpo tiene una memoria física que a la hora de trabajar aparece como una manera de moverte".

Sol Picó

bailarina, coreógrafa y

premio nacional de danza 2016