La moqueta en forma de V que da la entrada a los dos pasillos principales del recinto ferial capitalino se viste de gris; la fuerza de los colores se concentra en los andamios que reciben a los visitantes de la Feria Internacional de la Moda de Tenerife. Cada uno de los cubículos recoge propuestas de las ocho ediciones anteriores del concurso de Jóvenes Diseñadores; las de este año se descubrían el pasado jueves.

Ropa de caballero, señora, baño y complementos de diseñadores nacionales -Gran Canaria, Lanzarote, La Palma y Tenerife, principalmente- e internacionales -Colombia, Madeira, Senegal- se muestran en los más de 120 "stands" que se han vestido de gala: cada uno con su temática, elementos ornamentales y productos exclusivos. En un escaparate casi vivo, los estudiantes del CIFP Las Indias llaman la atención con sus propuestas novedosas y muy bien elaboradas.

La zona de "cambio de look" recibe a profesionales, estudiantes y visitantes que se dejan asesorar. Entre las múltiples conversaciones alguien comenta: "No me pierdo esta tarde la charla del fotógrafo Alfonso Bravo".

Suena la música, las luces empiezan a jugar; arranca el primer desfile de la pasarela central. Comienza un no parar de prendas, propuestas, puestas en escena y diseños. Durante toda la jornada, las personas que entran y salen llevan bolsas con un "packaging" cuidado. Las magníficas creaciones se vuelven aún más tentadoras tras desfilar sobre la tarima.

La noche en la Caja Negra, con inmensas pantallas y pasarela de LED, llega con la moda mujer, pasando del colorido de las prendas, que se prestan a los diferentes momentos del día, hasta llegar a las situaciones únicas que nos ofrece Javilar Woman. Trece propuestas de moda fiesta mujer que se complementan con once de la colección "Quimera", vestida del Calado de la Asociación de Caladoras de la Villa de Ingenio, y que se fusionan con la Roseta de Vilaflor obra de la artesana Carmen Rosa Fumero García, llevada al vestido de novia que Felipa Rodríguez dona a la Sala de la Roseta -Museo de Artesanía Iberoamericano-, al tiempo que el sastre Néstor Rodríguez lo complementa con una guayabera de características similares.

El balance de la jornada y el entusiasmo de un sector satisfecho de su trabajo se palpa en el "Kissing Room by Heineken". La despedida entre el público de moda suena casi al unísono: "Mañana, en el mismo sitio y a la misma hora". La cita, que se alarga este fin de semana, tiene un destino: la Feria Internacional de la Moda.