La inestabilidad política vivida en España durante el año en que su Gobierno ha estado en funciones ha pasado factura también a las artes escénicas, que han atravesado "una época un poquito complicada" porque las contrataciones se han reducido, ha dicho hoy la actriz Loli Astoreca.

"Con el periodo de ''singobierno'' y demás ha habido un parón" en la comercialización de espectáculos, ha declarado la actriz, una de las protagonistas de "El florido pensil. Niñas", adaptación de la obra de teatro homónima basada en el libro de igual título de Andrés Sopeña que, en ese caso en versión masculina, triunfó durante más de una década en escenarios de todo el país.

Ese parón determinó, de hecho, que en una etapa de la vida de este espectáculo estrenado hace ya casi un año, en febrero de 2016, se redujera el ritmo de contratación de nuevas funciones, después de que en sus primeros momentos alcanzara un volumen inusual, de entre tres y seis por día, según Loli Astoreca.

No obstante, ha considerado que la situación ha mejorado algo tras la conformación de un nuevo Gobierno y la progresiva superación del compás de espera anterior que ha conllevado y ha hecho votos para que el éxito de esta adaptación femenina llegue a asemejarse al logrado por la versión masculina original.

Versión de la que ha recordado que se hicieron cerca de 1.200 funciones a partir de su estreno, hace ya más de veinte años.

Este nuevo trabajo cuenta en su favor que ha sido hilvanado "como una partitura musical, que te lleva, te arrastra" entre un ritmo constante que, desde un tono humorístico que provoca la risa, pretende hacer pensar al espectador en torno a un elemento del pasado que explica muchas cosas del presente de España: la educación sexista que se daba a las niñas en la dictadura franquista.

Una educación que hizo vivir "un drama" a las mujeres de la época, en la medida en que preveía castigos físicos, imposición de roles ajenos a la propia voluntad y, sobre todo, un adoctrinamiento que buscaba "decir en todo momento lo que se debía o no hacer", según ha sostenido otra de las protagonistas del espectáculo, Gurutze Beitia.

Esta actriz ha criticado cómo en aquel entonces "se enfilaba a la mujer para ser una buena madre y una buena esposa", limitando sus opciones, y cómo en pos de ese fin se usaban "la represión y la crueldad".

Rememorar ahora esa época es positivo, según ha dicho otra de las actrices del montaje, Teresa Calo, porque "es historia, y la historia siempre te dice de dónde vienes", y, además, porque sirve para "darse cuenta del recorrido que ha hecho la sociedad en cuarenta o cincuenta años" y cómo ahora "estamos en un sitio mejor".

Si bien Gurutze Beitia ha matizado que su trabajo también debe ayudar a ver que "hay cosas que no han cambiado tanto", como demuestran hechos como "que en 2015 haya habido 1.127 mujeres violadas, o que en 2016 sean más de 40 las muertas por violencia machista".

Reflexiones todas que unas y otras han querido recalcar que se plantean siempre "con sentido del humor", un elemento que "actúa como bálsamo para las heridas", en "El florido pensil. Niñas", un espectáculo del que mañana y el sábado ofrecerán en el teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria dos funciones que hoy han presentado en una rueda de prensa donde han hecho estas declaraciones.