Más de 40 obras realizadas por el pintor tinerfeño Óscar Domínguez en sus tres años de estancia en Checoslovaquia se exhiben -la mayoría por primera vez en Canarias- en una muestra en el TEA que refleja una etapa feliz en la vida del creador surrealista, y de la que surgieron piezas selectas.

La exposición, que se inaugura mañana en TEA y se podrá ver hasta el 30 de abril de 2017, está comisariada por el historiador del arte Pavel Stepánek y por el conservador de la colección Óscar Domínguez en el centro tinerfeño, Isidro Hernández, que ha reunido 42 piezas de las más de 120 que creó el pintor surrealista entre 1946 y 1949.

Pavel Stepánek contó hoy en la rueda de prensa para presentar la muestra que ha conseguido traer a la isla todas las obras que deseaba excepto dos, una por estar en exhibición permanente en la Galería Nacional en Praga y la otra, depositada en Bratislava, por tener unas dimensiones considerables y no caber en un avión.

La obra realizada por Domínguez (1906-1957) en esta etapa supone un cuarto de su producción, pero parte se ha dispersado en instituciones y coleccionistas privados en otras partes de España, Londres y Suecia, y el comisario indicó que la exposición de Tenerife no muestra "grandes cantidades, pero sí piezas selectas".

"Lo mejor de calidad está aquí", subrayó Stepánek, quien calificó al pintor tinerfeño como "una de las pasiones de su vida" como historiador del arte y recordó la influencia del surrealista tinerfeño en Praga, donde formó parte de la colectiva "El arte de la España republicana" que se exhibió con gran éxito en la Sala de Arte Mánes de la capital en febrero de 1946.

Entonces Domínguez suscitó una gran atención no sólo por la cantidad de cuadros que expuso -doce- sino por la fuerza de su personalidad, su originalidad y la influencia que ejerció a partir de sus "decalcomanías" sobre los surrealistas checos, como el poeta Vitezslav Nezval.

Domínguez regresó a Checoslovaquia varias veces más y en cada visita organizaba exposiciones en Praga y en las ciudades de Bratislava y Olomouc, donde fue fotografiado mientras trabajaba en una imagen ya icónica del pintor, que también aparece retratado por el escenógrafo Oldrich Simacek en un ambiente amistoso y alegre.

Fueron momentos felices en los que el creador canario vivió un encuentro muy cercano con artistas del lugar y que produjeron una cantidad significativa de obras, un conjunto muy relevante en su producción pero que es algo desconocido para el público, argumentó Isidro Hernández.

Entre las obras que se podrán ver desde mañana en el TEA figuran las piezas "La pistola", en la que según Stepánek algunos ven la premonición del suicidio de Domínguez, y el "juego surrealista" que plasmó en "El comefrutas", un bodegón de plato con frutas que, si se invierte, muestra una cabeza que come frutas.

Además hay varias tauromaquias, una "mujer toro", un "Minotauro" y un "Toro soñando", el "Caballo de Troya" y figuras de mujer con velas, pájaros blancos, retratos femeninos y un autorretrato en forma de rinoceronte, entre otras piezas.

El director de Cultura y Educación del Cabildo de Tenerife, José Luis Rivero, subrayó que esta exposición refleja la importancia que adquirió Óscar Domínguez en la época y destacó además que habría sido imposible organizar la muestra sin la colaboración de la empresa JTI Tobacco International.

La responsable de comunicación de esta empresa, Alejandra Cordero, precisó que desde 2010 se colabora de forma activa con los principales museos de arte contemporáneo de Canarias, como el CAAM de Gran Canaria y el TEA en Tenerife, con el doble objetivo de preservar el legado cultural y acercarlo a la sociedad de las islas.