El Ayuntamiento de Belfast anunció hoy que erigirá una estatua en honor del guitarrista irlandés Rory Gallagher (1948-1995) ante el Ulster Hall, escenario de algunos de los conciertos más memorables de esta leyenda mundial del rock, blues y country.

Con este gesto, las autoridades de la capital de Irlanda del Norte no solo quieren celebrar su contribución artística, sino también el compromiso demostrado por Gallagher hacia esta ciudad durante los días más oscuros del pasado conflicto en la provincia británica.

Mientras muchos artistas de talla internacional (e incluso nacionales) evitaban pisar Belfast durante las décadas de los 70, 80 y 90 del siglo XX por las bombas, los disturbios o los asesinatos sectarios, Gallagher se convirtió en un asiduo del Ulster Hall.

Su música, su áspera voz y su virtuosismo con la guitarra atrajo entonces a jóvenes procedentes de las dos comunidades históricamente enfrentadas en Irlanda del Norte, la unionista-protestante y la nacionalista-católica.

La estatua será erigida en el calle Bedford, junto a una de las entradas del Ulster Hall, una de las salas de espectáculos más icónica de la isla de Irlanda desde su apertura hace ya más de 150 años.

Este edificio de estilo "victoriano" ha acogido a otros grandes artistas que también desafiaron a la violencia del conflicto, como ACDC, U2 o Led Zeppelin, que escogió en 1971 el Hall para tocar por primera vez en directo su conocido "Stairway to Heaven".

El Ayuntamiento de Belfast ya colocó una placa en honor de Rory Gallagher en el Ulster Hall en 2007, coincidiendo con el comienzo de unas obras de remodelación que han modernizado su instalaciones y, al mismo tiempo, le han devuelto su viejo esplendor.

Aunque nació en la localidad de Ballyshannon, en el remoto condado de Donegal (noroeste), Gallagher creció en Cork (sur), donde formó en 1966 la banda Taste, con la que alcanzó reconocimiento internacional.

Como artista en solitario produjo doce discos, pero su carrera se truncó al fallecer el 14 de junio de 1995 en Londres, poco después de haberse sometido a un trasplante de hígado.

"Estoy enormemente contento", declaró hoy a Efe su hermano, Dónal, tras conocerse la decisión de las autoridades de Belfast.

Según Dónal Gallagher, la capital norirlandesa se convirtió en "el hogar musical" de su hermano, pues era, después de Cork, "donde más agusto se sentía".

Rory había actuado en Londres, Nueva York, en todas las grandes ciudades europeas, pero siempre intentó encontrar un sitio en el que se sintiera en armonía con su música y "Belfast se lo daba", recordó el hermano.

En los últimos años, Dónal ha empeñado gran parte de su tiempo en engrandecer el enorme legado de este legendario guitarrista.

Si bien nunca llegó a ser un fenómeno de masas, Rory Gallagher fue uno de los primeros artistas irlandeses de rock y blues conocido fuera de las fronteras de este país.

La ciudad de Cork tiene una escultura en su honor, una calle de Dublín lleva su nombre y su pueblo natal de Ballyshannon, además de exhibir una estatua en pleno centro, convoca cada año a más de 10.000 fans en el Festival Internacional Rory Gallagher, en el que comparten escenario durante cuatro días artistas reconocidos y bandas tributo.

En el documental "Ghost Blues", elaborado por la Radiotelevisión irlandesa (RTE), guitarristas de la talla de The Edge (U2), Slash (Guns ''n'' Roses) o John Marr (The Smiths) le citan como una de sus mayores influencias.

Y en 2012, gracias a la presión ejercida por Brian May (Queen), la revista "Rolling Stone" le incluyó en las lista de los 100 guitarristas más grandes de la historia.

También cuenta la leyenda que tras actuar en el festival de Woodstock, le preguntaron a Jimi Hendrix qué sentía al ser considerado el mejor guitarrista del mundo. "No lo sé, preguntadle a Rory Gallagher", fue su respuesta.