Seis jóvenes bailarines del Ballet de Carmen Roche (Zaragoza, 1948) pondrá hoy en escena "Coreógrafos españoles de norte a sur", a partir de las 20:30 horas, en el teatro Guimerá de Santa Cruz, un espectáculo de danza neoclásica y contemporánea cuyas coreografías han sido escritas por ellos mismos.

El programa que presentan incluye cuatro piezas, entre las que se encuentran "Gárgola", escrita por Jordi Villaseca; "Encuentros", de Denis Santacana y Víctor Fernández, "Alúmbrame", de Juan Carlos Toledo y Marta López-Caballero, que será interpretada por Beñat Urretabizcaia; y "Poppy", de Manuel Garzón, al que también acompaña Eva Suárez.

La directora y fundadora de la Fundación y del Ballet Carmen Roche, consagrada coreógrafa, directora y profesora de ballet clásico, explicó que todos los años debutan con una nueva producción y que en esta ocasión optó por potenciar la creatividad de los jóvenes coreógrafos españoles y convertir su compañía en un trampolín para que se dieran a conocer, filosofía por la que fundó su escuela, luego fundación y compañía de ballet, ahora totalmente profesionalizada.

"Tuve la oportunidad de verlos en festivales y certámenes y la verdad es que me causaron una grata sorpresa, porque mira que hay gente con talento en este país. Por eso decidí ofrecerles una plataforma desde la que acercarse al público. Ellos son jóvenes y no tienen una compañía y crearla vale muchísimo dinero, por eso elegí a seis coreógrafos para que hicieran una pieza cada uno y lo hicieron muy bien a mi entender. Les dejé que crearan lo que ellos deseaban hacer , porque no te puedes meter en la creatividad de la gente".

El resultado de esta experiencia ha derivado en un espectáculo en el que congenian bien la danza clásica y la contemporánea.

"La gente que baila bien la danza clásica, baila bien la contemporánea. Quiero decir que la contemporánea se alimenta de la fuente del clásico, porque es lo que da la base para luego moverte ágilmente en lo contemporáneo, donde quizás puedes trabajar más la creatividad, la expresividad, porque puedes contar cosas de tu vida. En la danza clásica tienes que ceñirte un poco al rol que estás interpretando".

Roche, que se inició en el mundo de la danza con siete años, comenzó su carrera como solista en el Ballet de Antonio. A partir de ahí se integró en el Ballet Siglo XX de Maurice Béjart, hasta que regresó a España y fue nombrada subdirectora del Ballet Clásico Nacional y directora de la Escuela Nacional de Danza Clásica. En 1988 creó la fundación y el ballet que lleva su nombre. Después fundó el Centro de Artes Escénicas Scaena y el Conservatorio Oficial de Danza de Madrid.

Esta adalid del ballet en su país, que se quejó del estado comatoso en el que se encuentra esta disciplina, en parte por el famoso IVA cultural, se mostró muy abierta a las nuevas propuestas vanguardistas que se dan hoy en día en el universo de la danza, a la que ha dedicado su vida.

"Hay varias tendencias en la vanguardia, porque la gente joven va buscando sus formas y sus historias. A mi me gusta todo lo que tenga talento, no los pufos, porque hay cada camelo..., que es tremendo, pero hay cosas buenísimas que se pueden llamar performance o lo que quieras, pero hay talento dentro".

Ella ha bailado de todo, clásico, repertorio, moderno, contemporáneo, vanguardia... "He hecho de todo en mi vida, porque he comido pienso de todos los pesebres y me he sentido muy bien haciéndolo".