Su entusiasmo; su don en saber transmitir sus amplios conocimientos; la pericia en irnos mostrando, con lujo de detalles, imágenes y comentarios, fue captado, en todo momento, por el público que asistió a esta conferencia que fue impartida por Lázaro Sánchez-Pinto y Pérez Andreu, exdirector del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, que llevaba por título "Plantas canarias por el mundo".

Sin un balbuceo, con plena convicción, su disertación resultó tan amena y entretenida como original y, no obstante, "florida" ante el desfile de aquellas plantas endémicas de Canarias cultivadas y asilvestradas fuera del Archipiélago.

En esta disertación, escenificada en el Real Casino de Tenerife, por iniciativa de los Hidalgos de Nivaria, asociación cultural que siguen consolidando Víctor Juan Rodríguez y Ramón Baudet, entre otros, con la inquebrantable colaboración de "El Día"; en esta disertación, decíamos, el conferenciante se detuvo en aquellas plantas que, por diferentes conductos y procedentes de Canarias, se podrían encontrar en los cinco continentes, como el pino canario (Pinus canariensis), el tasagaste palmero (Chamaescytisus proliferus), el verode y el bejeque (varias especies del género Aenium), la magarza o margarita de costa (Arguranthemum frutescens). Si les ofrecemos el nombre científico es por pura indicación del ponente: "Si no se acuerda de qué especie se trata, ponga el nombre científico en Google y vaya a las imágenes, donde seguramente las reconocerá enseguida. Es más engañoso buscarlas por su nombre popular, porque un nombre local puede referirse a otra planta en otro lugar. Eso es bastante común".

Sánchez-Pinto recalcó en su intervención que existen otras muchas plantas endémicas de nuestras islas que se cultivan en diferentes partes del mundo, pero las que expuso eran, sin duda, las más comunes. No dejó de mencionar la siempre viva de la mar (varias especies del género Limanium) ni la cineraria (Pericallis). Y como todo botánico tiene su predilección y apego, él tomó partido por el tajinaste rojo del Teide (Echium wildpretii) y, de forma muy especial, por la palmera canaria (Phoenix canariensis), "la más emblemática en Canarias y, posiblemente, la más bonita del mundo", dijo.

En el enriquecedor coloquio que luego se originó en torno a su documentada conferencia, se le recordó que en el famosísimo Royal Botanic Garden de la localidad de Kew, en Londres, estaban colgadas casi una treintena de cuadros dedicados a la flora de Tenerife, obra de la pintora británica Marianne North (1830-1890), una consumada viajera que supo hacer muy buenas amistades en Tenerife, donde todos la conocían por "La dama de las flores" como, hace años, nos lo narró el catedrático José Luis García Pérez -chin up, teacher!-, que añadía que con un poco de imaginación, en Kew Garden, "casi podía olerse la fragancia de nuestros brezos y de nuestros pinos, amén del goce visual que suponía estar entre tantos dragos, palmeras, buganvillas, cipreses, mirtos, aloes, tajinastes...Lázaro Sánchez Pinto no solo agradeció tal recuerdo, sino que lo revivió con evidente entusiasmo porque antaño lo había disfrutado. Así lo puso de manifiesto en esta reciente sesión de los Hidalgos de Nivaria, asociación que, por cierto, cumplirá en breve sus bodas de diamante (60 años).