Ayer tuve la oportunidad de participar en el Encuentro de Museos Canarios organizado por Museos de Tenerife, donde se discutían las estrategias de futuro de las instituciones museísticas de las islas. Un encuentro muy interesante que empezó el pasado jueves, 12 de noviembre, y que concluirá mañana, domingo, 14 de noviembre.

Mi participación, como no, fue sobre la moda. Un tema todavía novedoso y quizás algo polémico dentro del ámbito intelectual y académico. Aunque acompañe al hombre desde sus principios, sobre todo si pensamos en moda como "modo", más allá de la ultima portada de la revista Vogue, la moda es una disciplina joven que todavía está construyendo sus bases para consolidarse, no solo en su faceta artística, sino que también en su aceptación dentro del mundo intelectual como una disciplina universal, importante y transversal a la historia, a la antropología, a la sociología, a la economía, y a un largo etcétera de ciencias y otras disciplinas ya establecidas.

Su potencial y su paulatina consolidación se hacen notar en el creciente numero de museos dedicados a la moda, en el progresivo numero de exposiciones sobre moda en los museos de arte y espacios dedicados a la cultura y en los abrumadores números de visitantes que nos dejan, por ejemplo, exposiciones como la del diseñador Alexander McQueen.

Esa exposición, que antes de Londres ya había estado en el Metropolitan de Nueva York, ha acumulado un récord de visitas que la ha puesto, en el caso del Metropolitan, entre las 10 exposiciones más visitadas de toda la historia del museo. Lo que no es poco. Pero en el museo Victoria &Albert de Londres la exposición Savage Beauty de McQueen fue la mas visitada. Sí. Una exposición de moda es la exposición más visitada de uno de los museos más importantes de Londres.

Para entenderlo hay que mirar las posibilidades conceptuales e imaginativas de la moda, más allá de las limitaciones físicas de la ropa. Cuando hablo de moda, no me refiero solo a la indumentaria, es decir, a las prendas de vestir y de su visión histórica, que es lo primero que pensamos cuando hablamos de moda en el museo. Hablo de la materia textil en si misma, que nos va a enseñar sobre la evolución del hombre y de la industria, que podemos conocer en Museos como el sueco Textil Museet que trabaja en colaboración con la escuela de ingeniería textil o en el mismo V&A que ahora mismo, dentro del festival sobre la India, alberga una fantástica exposición sobre tejidos de este país hasta el 10 de enero.

Hablo del calzado y su desarrollo histórico desde las primeras pieles que hemos utilizado como protección, pasando por las sandalias de los faraones en Egipto, que tenían a sus enemigos dibujados en las suelas para que fueran metafóricamente pisados por él, pasando por los tacones rojos del Rey Sol que nos remiten a las suelas rojas de los Louboutin y los deseados modelos del representante de nuestras islas en el mundo del calzado de lujo, Manolo Blahnik.

Hablo de la ropa interior y su importancia social, su relación con el papel de la mujeres la sociedad, desde la contención de los corsés hasta el aparecimiento del sujetador como lo conocemos hoy por Ida Rosenthal en 1922, pasando por la liberación sexual de los 70 y llegando hasta el actual fenómeno mediático de los "Ángeles de Victoria Secrets". Hablo de tocados, de joyas, de fotografía de moda y de una infinidad de otras cosas.

De una manera o de otra, la moda nos toca a todos. Queramos o no, estamos expuestos a ella cada día. Aunque no nos guste la moda como fenómeno social, nos vestimos, nos calzamos, llevamos bolsos, relojes, gafas, perfumes y joyas. Es innegable que existe ahí un gran conocimiento, una cultura general, yo diría mismo una cultura de base, que nos estamos perdiendo, cuando ignoramos la moda, cuando la relegamos simplemente al efímero brillo de la purpurina.

Por su carácter innovador, mediático y, hay que decirlo, también por todo el glamour que hay a su alrededor, la moda es muy atrayente, sobre todo para los jóvenes. Los museos, como espacios de cultura y de aprendizaje no deberían desaprovechar este potencial de llamada. París, Londres y Nueva York, tienen en la moda una industria creativa y próspera y han sabido mantener el saber hacer y la tradición artesana, fomentando la formación, la educación y la cultura de la moda. No es por acaso que los mejores Museos de Moda están ahí. El Museo es parte esencial del proceso educativo. La moda es parte esencial de nuestra sociedad, está en nuestro día a día, es arte, es desarrollo económico y es cultura. Es natural que la moda encuentre cada vez más, su espacio en los museos.

La exposición Savage Beauty en números

Abierta al público durante 21 semanas, en el museo Victoria & Albert de Londres, la exposición fue visitada por 493.043 personas de 87 países.

84.000 entradas fueron vendidas antes de la apertura de la exposición.

En los dos últimos fines de semana, la exposición estuvo abierta toda la noche, por primera vez en la historia del museo, para poder acomodar la demanda de visitantes.

Se vendieron 80.000 ejemplares del libro que acompañaba la exposición y 540.000 postales.