El pasado 3 de octubre el diseñador chipriota-británico Hussein Chalayan presentó su colección primavera/verano 2016 en la semana de moda de París. Sorprendió al público con un par de modelos estáticamente posicionadas lado a lado en una plataforma, en medio a la pasarela, mientras otras modelos hacían el pase de la colección "Pasatiempo", inspirada en Cuba. Acostumbrados a los diseños vanguardistas de Chalayan, el público deseaba conocer qué novedades traía el diseñador para su nueva colección.

Considerado uno de los diseñadores más originales de los últimos tiempos, sus diseños tienen inspiración en la arquitectura y se relacionan con la forma en que funciona el cuerpo humano, teniendo en cuenta no solo su entorno, sino también las circunstancias socioculturales. Para Chalayan la moda es un eterno desafío y su trabajo es una búsqueda incesante de nuevos materiales y nuevas formas, nuevas maneras, en fin, de ver el vestir.

Aunque sus desfiles sigan causando furor, su pasión por la "performance" y su empeño por unir moda y arte lo acompañan desde el comienzo de su carrera. Después de hacer un curso básico de moda en la Escuela de Artes de Warwickshire, comenzó a estudiar en la prestigiosa Central Saint Martins de Londres en 1989, donde rápidamente creó fama como uno de los más radicales estudiantes de su clase. En 1993, en su colección de graduación, presentaba ingeniosas piezas de sastrería descompuestas y oxidadas, que el diseñador dejó enterradas por seis semanas con rellenos de hierro. La colección fue adquirida en su totalidad por la elegante boutique Browns que exhibió las piezas en sus famosos escaparates.

Poco tiempo después sorprendió a todos con una colección creada con Tyvek, un "no tejido" muy liviano, muy utilizado en monos de protección. Fuerte, durable, transpirable e impermeable, a base de fibras de poliestireno de alta densidad, y que tiene el tacto del papel. Un material no tóxico, 100% reciclable y con bajos requerimientos energéticos para su producción, que jamás había sido utilizado para una colección de moda, creado por DuPont. La pieza clave de la colección fue un vestido que, además de todas las características que le daba el material, se plegaba en un pequeño sobre con las familiares rayas azules y rojas del correo aéreo. Bastaba abrir el sobre, desplegarlo y ponerlo. O escribir un mensaje y enviarlo por correo a una amiga. La cantante Björk, conocida por buscar nuevos talentos de la moda más vanguardista para vestir sus giras mundiales, usó una de las piezas de la colección en la portada de su álbun "Post".

Una de sus colecciones más impresionantes fue la que presentó en la primavera/verano 2007 en la semana de la moda de París. Sus piezas interactuaban con la tecnología de una manera extraordinaria. Traspasó totalmente los límites de lo conocido, presentando conjuntos de prendas animatrónicas que tenían la capacidad de replegarse, estirarse o inclusive guardarse solamente apretando un botón. Se trató de una línea con la capacidad de "reconfigurarse". Las prendas que presentó llamaron poderosamente la atención, ya que cambiaban la textura, el color, la forma e incluso se las vio desaparecer. Cerró su desfile con una pieza que produjo un alto impacto, pues mientras la modelo permanecía inmóvil en la pasarela, el vestido que traía puesto se iba replegando lentamente hasta que se guardó en el sombrero que llevaba en la cabeza y desapareció, dejándola completamente desnuda.

Así que, volviendo a su más reciente desfile en París, no es de extrañar que el publico esperara ansiosamente ver qué había aprontado el mágico Chalayan para la colección que conmemoraba una década de colaboración con Swarovski. Y es cuando, allá por mitad del desfile, las dos modelos se llevan una ducha de agua fría. Lo de fría me lo imagino por el tembleque que sacudía a una de ellas. La rápida ducha dura exactamente el tiempo necesario para que sus vestidos de estilo militar y material soluble en agua se desintegren bajo la atenta mirada de los espectadores, para que finalmente puedan desfilar los vestidos llenos de cristalitos Swarovski que llevaban debajo.

A casi nadie le importó que unas sandalias perdieran el tacón durante el desfile o que la pasarela se hubiera trasformado en un peligroso piso deslizante para las modelos. Quizás demasiados cigarros cubanos para representar la inspiración de una colección que, una vez más, cuenta con la perfección de un patronaje cuidado y de vanguardia que no se deja ofuscar ni siquiera por sus "performances".

Con los ojos puestos en las transformaciones sociales, también ha creado, ya en el año 2000, una colección inspirada en los fenómenos de la migración forzada, bajo el concepto de llevar consigo todo lo que uno pueda. Hussein Chalayan estrecha, una vez más, los límites entre moda y arte hasta el inimaginable. Y por si alguien todavía duda de que la moda también puede ser arte, es importante saber que sus diseños se han exhibido en el Palais du Louvre, en el Museo de Diseño de Londres, el Metropolitan de Nueva York y en el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio.