El cuadro de ánimas que se encuentra en la iglesia de San Marcos de Tegueste, una pintura de segunda mitad del siglo XIX y, posiblemente, la más moderna de las que se conservan en Tenerife, ya tiene creador. Un estudio histórico-artístico llevado a cabo por el especialista Silvano Acosta ha dado con el autor de esta importante obra, que fue el pintor José Lorenzo Bello Espinosa (1825-1890).

La reciente restauración del cuadro de ánimas de Tegueste supuso la recuperación de una obra que permanecía oscura y relegada a un segundo plano dentro del rico patrimonio de la parroquia de San Marcos. Gracias a la financiación del Cabildo Insular de Tenerife, así como a la colaboración económica de muchos de sus vecinos de la Villa y del Ayuntamiento teguestero, se pudieron resolver los importantes daños que presentaba. A pesar de haberse subsanado los problemas técnicos, inicialmente no se pudo aportar el nombre de su creador, permaneciendo anónimo hasta hoy en día.

Según explica Silvano Acosta, licenciado en Bellas Artes, el estudio histórico-artístico posterior a la restauración "nos llevó a la parroquia de San Juan Bautista en el municipio de San Juan de la Rambla, donde se expone y venera una pintura bastante digna de las benditas ánimas del purgatorio. Por suerte esta pintura está muy bien documentada, conservando en su porción inferior una inscripción, que alude a su donante, fecha de factura y autor".

"Dicho estudio se basó inicialmente en la comparación, encontrando similitudes muy claras de composición, forma y color, sin hablar de las importantes relaciones simbólicas, que eran y son visibles tanto en la obra de Tegueste como en la de San Juan de la Rambla. A posteriori fue esencial el apoyo bibliográfico y documental, para situar al artista en su contexto. Finalmente fue decisiva la información, que han arrojado los análisis químicos efectuados el pasado año en la pintura de Tegueste", detalla el experto.

José Lorenzo Bello Espinosa (1825-1890), nacido en San Cristóbal de la Laguna, desarrolló su actividad profesional ligada a las Bellas Artes, concretamente, vinculada a la docencia. Este hecho no le impidió ostentar varios cargos de responsabilidad, como el ser representante ante la Real Academia de San Fernando en la Junta Provincial de Monumentos Históricos, o llegar a presidir la Academia de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, dirección que ostentó a partir de 1881. Su obra está básicamente dedicada a temas religiosos, la mayoría ejecutada a toda prisa, sin mostrar interés en el resultado o acabado de esta, característica debida a la baja remuneración de los encargos. No ocurre lo mismo en la pintura de Tegueste y en la de San Juan de la Rambla, donde se esmera en la descripción de detalles, participando de un delicado dibujo, rico cromatismo y complejas composiciones.