Maria Cooper, hija del actor Gary Cooper, protagonista de la séptima edición del Festival Internacional de Cine Clásico Retroback que concluye este fin de semana en Granada, ha asegurado que hoy en día todo está "manejado" por los ingresos de taquilla, algo que habría sido "impensable" en tiempos de su padre.

En una entrevista a través del correo electrónico, María Cooper, que no ha podido asistir finalmente como tenía previsto al Retroback, ha señalado que su padre hubiera considerado "el más maravilloso honor" ser elegido como el actor al que se dedica este festival, igual que en ediciones anteriores lo fueron colegas "a los que tanto respetaba".

Preguntada sobre Hollywood y la industria del cine, Maria Cooper ha explicado que, actualmente, el gusto del público parece haber cambiado y que el considerado séptimo arte también lo ha hecho.

"Sin embargo, siempre hay un espíritu saludable incluso, al acecho de la más salvaje de las extravagancias. Hoy en día todo está manejado por los ingresos de taquilla, lo que habría sido impensable en tiempos de mi padre", ha declarado.

En su opinión, Hollywood intenta mantener buenas relaciones entre la estrellas del pasado y las de hoy en día, aunque en cualquier caso "un gran talento es siempre la fuerza motriz a largo plazo".

María Cooper ha recordado que su padre entró en esta industria porque, siendo joven, necesitaba dinero y se topó con algunos amigos vaqueros de Montana que estaban trabajando como extras en Hollywood.

"Ellos lo convencieron de que podía ganar algo de dinero simplemente con ''caerse de un caballo''. El dibujo y las Bellas Artes que tanto le gustaban quedó demostrado que no eran muy lucrativos", ha relatado.

Según la hija del mítico actor, cada actuación era un desafío para su padre y se entregaba a cada nuevo papel a cambio de que el personaje lo cautivara.

"Nunca habló de cuál fue su favorito, pero sé que los papeles que interpretó en ''El sargento York'', ''El orgullo de los yanquis'' y ''Solo ante el peligro'' tenían un lugar especial en su corazón", ha confesado.

María Cooper cree que su padre destacó por interpretar a un hombre "de integridad y honestidad" y elegía papeles en los que mostraba "lo mejor que alguien podría ser" bajo una variedad de circunstancias.

"Creo que el público responde a ese ideal, ¿tal vez nos inspira para alcanzar lo mejor de nosotros mismos?", se ha preguntado.

También ha recordado la amistad que su padre cultivó con destacados personajes de su tiempo como Pablo Picasso o Ernest Hemingway.

"La amistad con Picasso fue un tremendo regalo para todos nosotros. Nos presentó el gran fotógrafo y periodista David Douglas Duncan", ha señalado Cooper, que también ha recordado que, aunque el español de su padre no era demasiado bueno, incluso así parecían comunicarse bien, divertirse hablando de pintura y "de las pequeñas cosas".

María Cooper ha subrayado que tuvo la suerte de tener unos padres "sensatos y con los dos pies en la tierra", una pareja con un gran sentido de la diversión, el amor por los deportes de todo tipo, una verdadera curiosidad por la vida y una apreciación del espíritu creativo, ya fuera en la ciencia, los negocios o las artes.