A pesar de llevar más 40 años a sus espaldas de carrera profesional en el cine, la televisión y el teatro, incluso con algún idilio con los toros, Máximo Valverde todavía conserva la "misma ilusión" del primer día. "Y así seguirá mientras tenga fuerzas; no tengo fecha de caducidad".

Así de contundente se muestra el actor (Sevilla, 1944), que considera que está viviendo ahora su segunda juventud y lamenta tener que aparecer en algún "reality" televisivo para demostrar que sigue en activo. "A veces hay que hacer esto: no soy amante de estos concursos, pero reconozco que te dan frescura y mucha popularidad".

"Ahora no es mala época para el teatro, pero sí para salir de gira, porque los ayuntamientos están sin dinero: tienes que jugártela a taquilla, y muchas compañías no se arriesgan", ha reconocido en una entrevista con EFE.

Sin embargo, tiene claro que el buen teatro funciona. "Los teatros de capitales lo están defendiendo bien".

El actor, que se encuentra en Ceuta representando la obra "Con ganas de reír", considera que el secreto para mantenerse en activo está "en el trabajo; la fuente es trabajar mucho y no quedarte con los brazos cruzados en época de crisis".

"Cuando el trabajo no viene tanto como antes, es cuando más trabajamos, pero porque nos movemos mucho, hablamos con los ayuntamientos, contactamos con muchos patronatos de cultura, y así llegan las opciones de seguir al pie del cañón", ha reflexionado.

El actor está de gira nacional, por sexto año consecutivo, con la obra "Con ganas de reír", donde ya acumula más de 400 representaciones. "Nos va muy bien afortunadamente, porque funciona el boca a boca y porque es una obra muy divertida; la gente se ríe a carcajadas, tiene de todo un poco, sobre todo humor".

Y, curiosamente, este espectáculo le ha traído consigo algo poco usual. "Después de 32 obras de teatro, es la primera vez que estamos repitiendo en muchos sitios y nos piden la misma obra, lo que es síntoma de éxito, porque con las anteriores jamás me había pasado eso".

Sobre el mundo cinematográfico ha valorado que "la época del destape me perjudicó, porque eran películas malas y sólo interesaba la chica que salía desnuda. Era una época de cine malo, y ahora en España se hace cine muy bueno; se cuidan mucho más las películas, y hay talento".

Máximo Valverde no se pone fecha de caducidad. "Mientras tenga fuerza, me veréis subido en un escenario, porque Arturo Fernández tiene 86 años y está mejor que nunca. Yo trabajaba con Aurora Redondo, tenía 90 años y estaba fantástica: esa es la magia del teatro", ha añadido.