Un travieso Mowgli es el protagonista del musical "El libro de la selva", que la compañía valenciana Eventime escenificará en las cinco funciones que ofrecerá mañana, sábado, a las 17:00 y 19:00 horas, y el domingo, a las 12.00, 17:00 y 19.00 horas, en el teatro Guimerá de Santa Cruz. Este espectáculo familiar, que está basado en la novela homónima del escritor inglés y Premio Nobel Ruyard Kipling, cuenta la historia de un niño (Mowgli ) que crece en la selva rodeado de animales (Baloo, Bagheera), en donde aprende a distinguir el bien del mal, mientras intenta descubrir quién es y qué lugar ocupa en el mundo.

Este clásico de la literatura, que fue llevado al cine por Disney en los años 50, ha sido adaptado al género de teatro musical por el productor de la obra, Mario Sanchis, quien explicó que "es un formato de cinco actores, en el que hay un montón de cosas, como el árbol que habla, al que hemos dado mucha importancia porque está en contacto con el presente en la obra".

También matizó que "los actores llevan una caracterización muy personal, se mueven como animales y tiene un guion, una música y unas canciones compuestas expresamente para el montaje. Es un formato familiar para todos los públicos a partir de los tres años. Tiene setenta minutos de duración y destacaría que la pieza, que se estrenó en 2013, ha obtenido premios en festivales en España".

Eventime Producciones, que en marzo del año pasado presentó en el teatro Guimerá el montaje "Cenicienta", propone un espectáculo del "Libro de la selva", según Sanchis, "que no se había hecho nunca antes en España, en teatro musical familiar, con proyecciones audiovisuales. Es un formato en el que se da mucha importancia al movimiento de la escenografía, que se traslada de una forma mágica".

Transformaciones, e incluso marionetas, además de cantos, bailes y un colorido vestuario son algunos de los variados recursos escénicos que avalan este musical, que cumple uno de los primeros mandamientos de la compañía: entretener y divertir.

También difunde valores descritos en "El libro de la selva", como la valentía y el respeto a la naturaleza y los semejantes. "La escenografía ha sido construida expresamente para el montaje y es movida por los actores. Tiene unos fondos donde se crea unas perspectiva de lo que es una selva asiática, de la India. Elegí esta obra porque quería buscar un trabajo más corporal y también dar protagonismo a los actores, que tuvieran más libertad a la hora de hacer este trabajo".