La pianista luso-brasileña María Joao Pires advirtió ayer del peligro que supone la competitividad en el mundo del arte, dominado por las exigencias del mercado, que en su época no jugaba ningún papel porque "siempre era el público el que encontraba al artista".

En una rueda de prensa previa a los conciertos que ofrece en el Festival de Música de Canarias, Pires ha manifestado que procede de una generación que conoce la "parte sagrada del arte" y la misión que debe cumplir, y por ello y porque es una persona activa, ha emprendido hace un año un proyecto con jóvenes intérpretes con el que pretende luchar contra esas reglas del mercado.

Este proyecto, en el que busca la dinámica que provoca la comunicación entre artistas de distintas generaciones, lo presentará en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas, donde actuará junto al joven pianista francés Julien Brocal.

Ambos ofrecerán un programa que contiene obras de Ravel, Debussy y dos sonatas "míticas" de Beethoven. Pires dará un segundo concierto en solitario el viernes junto a la Filarmónica de Gran Canaria, dirigida por Trevor Pinnock.

En esta segunda actuación interpretará "El concierto para piano y orquesta" de Beethoven, del que Pires ha comentado que la dificultad de su interpretación radica en la capacidad que se tenga de "ver la obra no como una posesión, sino como algo que se escucha y se retransmite".

El Festival tenía programado ayer, día 26, un concierto en Santa Cruz que fue cancelado debido a que ha pasado "la peor gripe de su vida".