El Hombre Bala va camino de cumplir su cuarto año de vida. No solo funciona como un bar que cuenta con una carta de más de 200 tipos de cerveza de todo el mundo -incluso ofrece su propia marca (100% ecológica)- , sino que además desde un comienzo se ha convertido en pilar fundamental de la llamada cultura independiente en Tenerife. Allí, en el número 7 de la avenida Francisco La Roche han podido participar desde entonces más de 420 artistas. Su planificación cultural, en lo referente a la música, sigue siempre el mismo patrón: jueves, actuación en acústico; viernes o sábado, alguna actuación en formato eléctrico.

El plan de este segundo fin de semana del año 2015 está siendo el siguiente: ayer, en acústico, fue el turno para Adrián Martín (líder de Arizone). Esta noche la protagonizará Moon Lightened Room (con el grancanario Adán Zeus, de El Pilar Azul); y mañana el escenario quedará para We Are Not AC/DC Tribute Band. Con esta dinámica, más o menos intensa, se escribe uno de los capítulos más interesantes de este tiempo presente en la cultura urbana de la Isla.

El Hombre Bala se identifica con Julio Delgado, su impulsor, regente e ilusionista. Él vive en primera línea este proceso de gestación continua. "Por criterio del local -afirma-, la programación da cabida a todos los formatos salvo música latina y jazz. Y por el tipo de clientela que mantiene al bar, puedo afirmar que el 99% de los conciertos se concretan allí mismo, en charlas con amigos compartiendo un café o una caña".

Paralelo al bar también existe El Hombre Bala Récord, sello discográfico que en tres años y medio ha editado 22 discos, entre todos ellos hay álbumes, eps y singles. Su próxima entrega tendrá lugar el día 19 de este mes de enero, con el ep de Postman titulado "Rejuvelac". Para Julio Delgado, "el sello es simplemente algo del extenso menú que ofrece el bar al cliente. Tiene, a nivel usuario, el mismo carácter que el pinball o las aceitunas. O lo que es lo mismo, disfrutas de él si te apetece o lo obvias si te parece una porquería. No condiciona en nada el caleidoscopio musical que convive en el local". Y así, con pequeños gestos, en el 7 de la avenida Francisco La Roche se alimenta un universo casi tan extenso como creadores hay en la Isla. Bala tras bala.