El Gobierno de Canarias celebró ayer, lunes , en Santa Cruz de Tenerife, la segunda sesión del Consejo Canario de la Cultura, un órgano asesor y consultivo para los asuntos relacionados con este sector, orientado a propiciar la reflexión, coordinación, participación y la codecisión en la gestión cultural. Como principal punto en el orden del día figuraba la presentación de un informe: "Dimensión sectorial y económica de la cultura en Canarias".

Esta segunda reunión aspira a avanzar en "la consolidación de un espacio de reflexión, confluencia y coordinación del sector cultural de Canarias". Así lo afirmó la consejera Inés Rojas, quien en la apertura de la reunión explicó que el Consejo Canario de Cultura sea un paso real en la dirección de "una mayor democratización y eficacia en la dirección y gestión de la política cultural".

Como prueba de este avance, se informó con detalle sobre las resoluciones más sustantivas de la sesión de febrero del Consejo: la creación de las comisiones técnicas de cultura y economía, la de cultura y turismo, además de puesta en marcha de la comisión técnica Observatorio Canario de Cultura, un instrumento esencial para superar las carencias de datos, estadísticas e información cultural.

En cuanto al documento de trabajo, "El valor económico de la cultura en Canarias y análisis de las posibilidades de promover un modelo de crecimiento regional basado en la cultura y la creatividad", persigue dos objetivos: por una parte, ofrecer una visión detallada de la envergadura de las actividades culturales y creativas así como de su composición y, por otra parte, plantea las posibilidades de incorporar a estos sectores en una estrategia efectiva.

Se trata, en definitiva, de saber qué puede aportar la cultura canaria en creación de rentas, empleo, cohesión social y calidad de vida en tiempos de crisis.

La polémica distribución de las competencias culturales

También se sometió a consideración el documento "Distribución de Competencias Culturales en la Comunidad Autónoma de Canarias" que formula propuestas concretas para afrontar la necesidad de ordenar el edificio de la administración cultural pública canaria. El documento aborda una problemática que remite tanto a cuestiones de maduración de la institucionalidad de la Comunidad autónoma como a la urgente necesidad de una gestión eficiente de los recursos disponibles en tiempos de crisis. "Es un documento que suscitará, probablemente, más de una discusión y confrontación de pareceres", a juicio de la consejera. Se propone crear una comisión sobre la distribución de competencias culturales con la máxima participación de técnicos y responsables de los tres niveles de la administración.