Se está convirtiendo en uno de los rostros -también en uno de los cuerpos- más reconocibles y valorados de la pantalla. A sus 33 años recién cumplidos -lanza un hondo suspiro-, Álex García (La Laguna, 14 de noviembre 1981) no permanece ajeno al momento florido que está atravesando, un tesoro para alguien que se dedica al arte, pero que recibe con naturalidad y desde una perspectiva real, nada de ficción.

"La verdad es que intento trabajar y busco, cada vez más, no quedarme en el papel, sino llegar al plano personal", explica, a partir de un compromiso consigo mismo y los personajes, en la idea de conseguir que "enriquezcan mi bagaje humano".

Lo cierto es que a medida que suma papeles y acumula registros a su nómina interpretativa, Álex García asegura que descubre "muchos valores que voy incorporando a mi propia personalidad, casi sin darme cuenta", aunque sobre su perfil sostiene que "afortunadamente tengo toda una vida por delante para currarme el personaje" (Ríe).

Ahora está enfrascado en el rodaje de "Habitaciones cerradas", una miniserie de dos capítulos para TVE (prácticamente una película), que comenzó a grabar hace escasos días, que cuenta con un reparto de lujo y en la que comparte protagonismo con Adriana Ugarte. "No ha podido llegar en mejor momento", subraya Álex, por cuanto poco antes de comenzar el rodaje a Adriana le otorgaban el premio Ondas a la mejor intérprete femenina de ficción nacional por su trabajo en "El tiempo entre costuras". Y si bien el tinerfeño entiende que "los premios, al fin y al cabo dan igual", sí valora el estado de ánimo y el contagio que ha supuesto el galardón en pleno arranque de un proyecto diferente en los que ha trabajado hasta ahora.

La obra "Habitaciones cerradas", adaptación de la novela homónima de Care Santos y dirigida por Luís María Güell, se mueve en distintos espacios temporales (desde principios del pasado siglo hasta la actualidad) y narra la historia de la familia Lax, una saga burguesa catalana, propietaria de un negocio textil, que tras esa fachada distinguida esconde sus infiernos íntimos y todo un universo de demonios familiares.

Álex encarna el papel de Amadeo Lax, "un joven que frente a los convencionalismos sociales y la oposición familiar lo que desea apasionadamente es dedicarse a la pintura". De su perfil destaca que "le cuesta hacerse como persona" y se enfrenta a "conflictos personales", situaciones de "soledad, incomunicación, de obligadas poses sociales...".

De fondo, como cualquier familia que se precie, los Lax esconden un inconfesable secreto que Álex prefiere no desvelar para así mantener el suspense.

El actor tinerfeño llega a esta miniserie después de su papel en la película "Kamikaze", un trabajo exigente para el que tuvo que adelgazar y ponerse fibroso, además de asistir a clases de ruso.

Álex considera esta interpretación como "compleja y muy dura", que asegura lo obligó vivir situaciones "extremas" en lo físico (frío, dolor) y mental (dureza, sensibilidad), con momentos "bastante inverosímiles".

Entre sus proyectos, el próximo mes de abril comenzará a rodar junto a Maribel Verdú la serie televisiva "Cuestión de sangre" para la cadena Tele 5 -ya trabajaron juntos en la obra de teatro "Los hijos de Kennedy"-, donde la laureada actriz interpreta a una inspectora de policía atormentada por una tragedia pasada y en la que Álex aparece como su compañero policía.

Para este actor, Tenerife representa su "oasis". Suele regresar a la Isla cada vez que el trabajo le permite un paréntesis, y cuando regresa afirma que "la siento viva y siempre me entrega un soplo de energía y de magia".

Y se muestra orgulloso de que muchos compañeros de gremio que, cada vez más con más regularidad ruedan en la Isla, comenten "emocionados" que Tenerife, y Canarias en general, es una maravilla. "Sobre todo les sorprende el norte de la Isla y La Laguna, mi ciudad natal, que siempre aprovecho para promocionar".

Álex García se dio a conocer en la serie televisiva "Sin tetas no hay paraíso", la llave de su carrera. A partir de entonces se han sucedido sus intervenciones en "Amar en tiempos revueltos" y, posteriormente, "Tierra de lobos", una incursión en teatro con "Los hijos de Kennedy", y su último trabajo en cine con "Kamikaze", que descubre su rico registro interpretativo.