Lo que iban a ser unas memorias sobre su padre, Bernardino García, dirigido a sus hijos y nietos, Elba García lo convirtió en una biografía novelada que retrata cómo fue la vida de su progenitor, un escultor vocacional, emprendedor y autodidacta que padeció la represión del franquismo durante la Guerra Civil, además de describir retazos de aquella época.

La autora narra en "Tránsito" (Escritura entre las nubes), con la objetividad que le han permitido sus sentimientos, cómo fue el acontecer de su padre en Santa Cruz y La Laguna desde las primeras décadas del siglo pasado hasta el 2000, año en el que falleció.

La historia está muy presente en estas páginas, en las que se reflejan el encomiable espíritu de superación que presidió la vida de Bernardino García. "De muy joven lo cogieron con la guerra y eso me quedó muy grabado. Tuve la ventaja de tener toda la correspondencia que le mandó a mi madre. Por esas cartas me hice una idea de todo lo que sucedió cuando estuvo en la cárcel, aunque no se podía hablar más que de cosas superfluas. Cuando había alguna palabra que fuera un lamento o noticia mala, lo tachaban con un rotulador", matizó.

La parte histórica de esta narración relata aspectos que definen el periodo en el que vino al mundo su padre, que coincidió con el paso del cometa Halley, la electrificación de La Laguna, o la I Guerra Mundial.

Para Elba García, "Tránsito" aporta datos sobre cómo fueron aquellos años y del ambiente que rodeó su existencia, como cuando participó como peón de albañil en la construcción del actual estadio Heliodoro Rodríguez López, hasta que entró como aprendiz en un taller donde hacían obras de arte para decorados. "Lo que le gustaba era modelar, hasta que conoció al escultor Lorenzo Moraga, quien le enseñó a modelar, incluso le hizo un busto".

Fue entonces cuando García ya montó su propia empresa. "Empezó a modelar y luego siguió haciendo escudos. La ciudad de Santa Cruz de Tenerife está llena de escudos que hizo él, y en La Laguna, el de artillería del Cristo de La Laguna, el de Paso Alto en Santa Cruz, el que está en la Casa del Mar, el de Comandancia de Marina o el del edificio de la Caja de Reclutas. En esa época hizo amistad con Borges Salas, quien le dijo que muy bien lo que hacía, pero que se dedicara a otras cosas si quería dar de comer a la familia, porque le dijo que el arte no da de comer. Entonces empezó a practicar con piedra artificial y granito. Se compró un solar y montó una fábrica".

Toda aquella felicidad se vio truncada cuando lo detuvieron por su carácter liberal, a raíz de una denuncia de una persona innombrable. "Era muy socialista. En el mismo taller, cuando acababan los trabajos, se reunía con sus amigos y hablaban de política y otros temas del momento. Fue toda una desgracia porque detuvieron a mi padre y a sus dos hermanos. Mi padre sufrió mucho cuando murió mi abuelo y ellos estaban en Fyffes. Mi abuela se quedó sola, al igual que mi madre. Es curioso, porque mi padre, a pesar de no ser creyente, era amigo de curas y militares".

Una de las partes centrales de la obra se refieren a la desagradable experiencia carcelaria. "Contaba como en Fyffes estaban hacinados, había un olor nauseabundo, les daban fatal de comer. Contó como una vez no quiso comer nadie porque la comida olía muy mal y estaba en mal estado. Al día siguiente les hicieron un comida estupenda y todos comieron con muchas ganas. Y les dijeron, esto sí que os gusta verdad. Al cabo de unos minutos todos corriendo al excusado, con unas diarreas que se morían. Hubo unos cuantos que fallecieron por deshidratación. Era inhumano, de una crueldad tremenda", o las actuaciones de las "Brigadas del amanecer".

"Tránsito" describe muchos momentos fatídicos de su estancia en la cárcel, hasta que pasó la guerra y volvió a su Isla. Al final de su vida, se dedicó al campo y al modelado. "Hizo los retratos en bajorrelieve de Juan de Borbón, del Rey Juan Carlos I y la reina Sofía, quienes agradecieron a mi padre, a través de una carta, el envío de las obras. Luego hizo muchos más, de Ángel Guimerá, Diana de Gales o Andrés Arroyo, entre otros."