Javier Tolentino se quejaba, recientemente, en su programa radiofónico "El séptimo vicio" de que "El Niño" fuera elegida por la Academia de la Artes y las Ciencias Cinematográficas para representarnos en la carrera por el Oscar, argumentando que los estadounidenses no van a valorar un cine que ellos hacen habitualmente. Aunque pueda parecer, a simple vista, que así sea. En realidad, Hollywood jamás rodará una película como "El Niño" porque es un "thriller" policíaco con ADN español.

La quinta película de Daniel Monzón es cine apegado a la realidad de la calle, a las noticias que se emiten en el telediario sobre el contrabando de droga en la frontera entre España y Marruecos. Todos conocemos el negocio del narcotráfico en México ("Desperado", 1995; "Traffic", 2000), pero apenas habíamos visto en la gran pantalla lo que sucede aquí.

En "El Niño" los policías y los delincuentes son de carne y hueso. Sus problemas son cotidianos. Aquí no hay superhéroes, sino policías que piensan en cumplir su jornada laboral y marcharse a su casa. Es un largometraje en el que las escenas de acción y los movimientos de cámara están al servicio de la historia y no son un fin en sí mismo. Aquí no hay personajes maniqueos donde los "buenos" son "buenos" y los "malos" son "malos", sino personajes movidos por circunstancias personales.

Localizada en el estrecho de Gibraltar, donde existe una cultura de frontera, una cultura del contrabando, "El Niño" es una cinta fronteriza, que refleja los dos lados de la ley, sin posicionarse por ninguno. Refleja la tentación de cruzar el límite de la legalidad, lo cual establece un tibio parentesco con la notable "Los amos de Brooklyn" (2009), en la que se trazaba una fina línea entre lo legal y lo ilegal.

También la singulariza su peculiar sentido del humor, focalizado en el personaje de "El Compi", encarnado por Jesús Carroza, especializado en personajes callejeros ("7 vírgenes", 2005); así como en la acertada selección musical de Roque Baños, que aúna sonidos andalusíes y magrebíes. El montaje preciso de Mapa Pastor, incluye epatantes imágenes como la de un cadáver decapitado colgado de un puente. El guion escrito, a cuatro manos, por el tándem Monzón-Guerricaechevarría, termina por relacionar a todos los personajes de la trama sin dejar ningún cabo suelto, en una historia que dibuja personajes que buscan la libertad, pero esa búsqueda, paradójicamente, les puede privar de ella. Este vigoroso y verista "thriller" policíaco "made in Spain" encuentra su precedente inmediato en "Grupo 7" (2012), de Alberto Rodríguez.

Daniel Monzón comenzó escribiendo críticas de cine en "Fotogramas" y en la imprescindible revista "Fantastic Magazine", en la que se pedía a gritos, a principios de los 90, revitalizar el cine rodado en España. Allí coincidió con Álex de la Iglesia. Los dos han conseguido mejorar el nivel de la cinematografía española. Curiosamente comparten el mismo guionista: Jorge Guerricaechevarría. La escalada de Daniel Monzón ha sido progresiva. Tras unos inicios renqueantes con "El corazón del guerrero" (1999) y "El robo más grande jamás contado" (2002), avisó con un "thriller" eficaz protagonizado por Timothy Hutton, "La caja Kovak" (2006), en la que ya localizó escenas en Gibraltar. Su eclosión se produjo con el "thriller" carcelario "Celda 211" (2009). Aunque pueda parecer que existe una gran diferencia de "Celda 211" a "El Niño", de un espacio cerrado a un espacio abierto, en el fondo el tema es idéntico: vidas al margen de la ley.

Sobre el reparto, destaca el descubrimiento de Jesús Castro, "el Paul Newman andaluz". Aunque no es actor profesional tiene presencia. Habrá que esperar a verlo en otro papel que requiera algo más que poner mirada desafiante. Algunos se tiran la vida yendo a escuelas de cine y no consiguen llegar a nada y este Castro con un solo filme ya ha conseguido llamar la atención. No habrá que esperar mucho ya que la semana que viene se estrena "La isla mínima", en la que interviene. También concita la atención el talento de Marian Bachir, de la que no habíamos tenido noticias hasta la fecha. El elenco incluye a tres de los mejores actores españoles. Luis Tosar no deslumbra como en "Celda 211" porque su rol aquí es más contenido. Eduard Fernández sigue en su línea de buen hacer. Y Sergi López figura en un papel secundario de poca trascendencia.

No en balde, "El Niño" se ha convertido en el mejor estreno del cine español en 2014, superando a "8 apellidos vascos".

Los nombres de Lasse Hallström, Alejandro Jodorowsky y Alberto Rodríguez polarizan la atención de la cartelera de la semana que viene. El artífice de "Chocolat" presenta "Un viaje de 10 metros", en la que se adentra en el terreno culinario de la mano de la historia de una familia india que se traslada a Francia y abre un restaurante al otro lado de la calle en la que se ubica un establecimiento con varias estrellas Michelín. Jodorowsky lleva a la pantalla, en "La danza de la realidad", los recuerdos de su infancia en el pequeño pueblo de Tocopilla (Chile) en un intento por reconciliarse con su pasado. Por su parte, Rodríguez, dirige "La isla mínima", una intriga en la que dos policías tienen que investigar, en un remoto pueblo, la desaparición de dos adolescentes.

La comedia alemana "Baikonour" se localiza en un cosmódromo de las estepas de Kazajistan y cuenta la peculiar historia de los habitantes de los pueblos circundantes, que se dedican a recuperar y vender los restos de las naves que caen cerca de la base. La británica "Frank" se centra en la historia de un joven aspirante a músico. Por último, el "thriller" "La entrega" (The Drop) ofrece la posibilidad de ver uno de los último trabajos del desaparecido James Gandolfini. Sea cual sea su elección, no dejen de ir al cine.