Antonio Fraguas, Forges, ha explicado hoy que adaptó su apellido para firmar con ese alias sus viñetas porque cuando comenzó en el oficio, durante el franquismo, era funcionario, y eso no casaba bien con ser dibujante.

Forges ha participado hoy en Pamplona en el V Salón del Cómic, que le ha rendido un homenaje por sus cincuenta años como dibujante.

El acto ha consistido en una charla con el también dibujante Jesús Zulet, en la que, con innumerables anécdotas, se ha desgranado la biografía de Forges.

Zulet ha calificado a Forges como "uno de los tipos que más" le ha hecho trabajar, pero también ha destacado su "compromiso con los valores sociales" y "con la defensa de la profesión".

Ha recordado que "es el único que se ha peleado incluso con presidentes de gobierno para conseguir el derecho a la sonrisa".

En un distendido diálogo entre los dos, ambos han repasado los últimos cincuenta años de la historia de España, desde que en 1964 Antonio Fraguas publicase su primera viñeta en el diario "Pueblo".

Forges ha recordado cómo utilizó su nombre, Forges (su apellido Fraguas en catalán), para evitar problemas por publicar, ya que era funcionario del Estado y "el humor y las viñetas no eran propias de ese cargo".

El dibujante ha alabado el trabajo de Antonio Mingote y el propio Zulet y ha explicado decenas de anécdotas, desde sus encuentros con Franco cuando trabajaba en Televisión Española hasta otras historias más entrañables.

Entre ellas la que protagonizó su padre, quien le dijo: "Cuando a quince metros se vea que el dibujo es tuyo, serás dibujante".

Ese es el motivo, ha explicado, por el que incluyó los bocadillos en las viñetas con gruesos trazos. "Tenían que verse a quince metros de distancia", ha bromeado Forges.