Martirio recorre los teatros nacionales e internacionales con el disco en homenaje a Chavela Vargas "De un mundo raro, Cantes por Chavela" y acaba de actuar en Ceuta. "En los sitios más insospechados, la gente está dispuesta a escuchar cuando se canta y se toca de verdad", subraya.

Acaba de cumplir treinta años sobre los escenarios y, con sus inseparables gafas de sol, su peineta, su abanico y un traje rojo y negro, recibe en su camerino a la Agencia EFE: "He tenido un público cariñoso y cómplice, por lo que estoy muy contenta".

"La gira está teniendo muy buena acogida, y eso que lo que hacemos no es una música fácil sino una música intensa, profunda y sentimental. En un mismo concierto pasas de la lágrima a la risa, lo cual es muy hermoso ya que la gente sale con todas las emociones tocadas", advierte la artista (Huelva, 1954).

Martirio reconoce que el mercado suramericano, donde ha obtenido reconocimientos y premios, le resulta "buenísimo", porque "las canciones de Chavela se conocen perfectamente, y nosotros adaptamos muchas canciones americanas como tangos y boleros al compás flamenco y les encanta que le demos esa vuelta con nuestro aire".

¿Cómo se mantiene una tanto tiempo en el candelero? Martirio lo tiene claro: "La ilusión, las ganas de aprender, no creerse que ha llegado una a ningún sitio y estar absolutamente enamorada de la música".

No obstante, no disimula la dificultad del momento: "Son tiempos muy difíciles para grabar, para cantar, para actuar... Para la cultura. Lo noto personalmente y en mucha gente que no tiene trabajo. Salimos muchas veces a cantar a taquilla, hay que alquilar el teatro".

Martirio lamenta haber llegado a esta situación, sobre todo cuando España "es una potencia mundial en cultura, y hay un talento total en este país. Antes había más apoyo, y la industria no atravesaba esta crisis, porque ahora prácticamente todos nos pagamos los discos que hacemos".

Pero la reconocida cantante andaluza hace un paréntesis para hablar en primera persona. "Estoy muy contenta de cómo ha ido desarrollándose mi carrera, y un punto álgido es la satisfacción tan enorme de poder subirme ahora a los escenarios con mi hijo", argumenta.

Su hijo, Raúl Rodríguez, la acompaña en su actual aventura musical. "Es un músico formado, con más de veinte años tocando con artista como Kiko Veneno, Javier Ruibal, Santiago Auserón. Y ahora sacará en octubre su propio disco".

Y añade: "Poder cantar canciones tan sentidas, tan poéticas y tan emocionantes con la persona que tú más quieres es un logro hermosísimo. Además, él ha podido ser él mismo sin ser el hijo de Martirio".

Martirio no quiere despedirse sin dar un consejo a los jóvenes: "Sigue tu intuición, estudia, escucha mucha música imperecedera aunque suene antigua, no pierdas nunca la ilusión y no te vendas". Y con una reflexión final: "Si lanzas el corazón, lo demás viene rodado".