Juan Carlos es el jefe de la Policía Local de la Villa de Candelaria; el responsable de uno de los cuatro relatos que se pudieron escuchar el pasado lunes en "La noche de cuentos y luna llena en El Escobonal". Todo ocurrió entre las ruinas güimareras de la Ermita San José gracias a la planificación del área de Cultura que gestiona María Dolores Rodríguez y la colaboración del astrofísico John Beckman.

El inspector jefe leyó una historia de un marinero al que la felicidad había abandonado. Juan Carlos, creador de largo recorrido de poemas y distintas narraciones en prosa, montó su cuento en clave infantil. "La trama gustó y las sensaciones de estar entre las ruinas dando a conocer esa aventura fue un privilegio", declara uno de los cuatro cuentistas de una velada que se alargó durante más de dos horas.

Ni el calor, ni el viento raso que se colaba entre las ruinas, se convirtió en un impedimento a la hora de convocar a más de doscientos vecinos alrededor de una experiencia que María Dolores Rodríguez, edil responsable de las parcelas de Cultura, Educación, Patrimonio y Agricultura, calificó como "mágica". "Esta es una gran oportunidad para recuperar viejas tradiciones; vivencias en las que los niños escuchaban los cuentos en la puerta de sus casas", avanza sobre una iniciativa que contó con el respaldo del Instituto de Astrofísica de Canarias para poder llevar a la práctica la "Discover Experience".

Pero en El Escobonal hubo mucho más que cuentos. Los astrofísicos John Beckman y Naida Rodríguez Eugenio desvelaron algunos secretos del infinito espacio que cubría las cabezas de los asistentes, la flautista Carolina López Rodríguez interpretó varias partituras, la voz de Tina Riobo sonó con fuerza y los componentes del show de danza oriental Wushu. Wxing exhibieron sus coreografías nocturnas entre las ruinas.

"La tradición de los cuentos en Güímar es vieja, pero esta era la tercera vez que se organizaba este evento en el espacio abierto de Agache", precisa la edil de Cultura sobre una cita en la que la literatura y la astronomía se fusionan. "La colaboración de los profesionales del IAC es decisiva a la hora de dar a conocer a los vecinos aspectos que tienen que ver con la Discover Experence".

"El tema de los cuentos no necesariamente se tenía que conectar con aspectos astrofísicos, pero en todos se percibía la existencia de una unidad en torno a la evolución de la vida -tanto en el plano humano como físico-. Lo importante es que hemos logrado que en la misma actividad se hable de costumbres que forman parte de nuestro pasado -la lectura de cuentos en los hogares de este municipio sureño- y de un futuro por descubrir en el que los expertos del IAC pueden dar una aproximación científica al funcionamiento del universo", cuenta Rodríguez sobre una puesta en escena en la que no se ahorra en fantasía.