Desde los más conocidos y establecidos en el mundo de la moda, hasta toda una nueva generación que intenta abrirse camino, los diseñadores asiáticos aportan, cada vez más, su visión oriental a la moda occidental. Poco a poco empiezan a aparecer en desfiles, semanas de la moda y editoriales de revistas en todo el mundo. Detrás de grandes marcas o con su propio nombre, encontramos a japoneses, sudcoreanos, vietnamitas, chinos, malasios, y muchos otros diseñadores que vienen de los ya no tan lejanos países asiáticos o son descendientes de inmigrantes de estos países, que viven desde temprano entre dos mundos. La posibilidad de mezclar culturas y visiones tan distintas como la oriental y la occidental y crear algo nuevo me parece, como mínimo, algo excitante.

Nombres conocidos, como los pioneros japoneses Rei Kawakubo, Issey Miyake o Kenzo Takada, sin duda han inspirado a las nuevas generaciones a buscar el camino de la creación y la moda en suelo occidental.

Rei Kawakubo, la mente creativa detrás de la marca con nombre francés Comme des Garçons, (Como los chicos, en español), es una artista completa, con formación en bellas artes y literatura. Trabaja siluetas muy elaboradas, con texturas, asimetrías y construcciones imposibles, que casi llamaría desconstruciones. Pero esto no es todo. Ha colaborado con otros creativos, como Vivienne Westwood, y otras marcas, como la gigante sueca H&M. Además colabora también con muchas publicaciones, ya sean gráficas, publicitarias o artísticas. Publica ella misma una revista bianual llamada "Six", es curadora de tiendas como la famosa Dover Street Market, en Londres y crea los proyectos de diseño para sus tiendas. Su trabajo como artista polifacética sin duda se refleja en sus colecciones de moda. Abrió su primera tienda en Tokio, en 1975 y en París en 1982. Su trabajo ha inspirado a nombres como Martin Margiela, Ann Demeulemeester o Helmut Lang. Junya Watanabe, también japonés, trabajó con ella en Comme des Garçon hasta que creó su propia marca, con su nombre, en 1993.

Issey Miyake utiliza de manera sublime todo el imaginario japonés en sus piezas casi escultóricas. Ha tomado como suyos los pliegues y creado una nueva técnica de plisar tejidos, aprovechando su elasticidad y trabajando formas imposibles, texturas, hilos y colores en piezas para la línea que llama Pleats, Please! (del inglés: Pliegues, por favor!) creada por él al final de los años 80. La manera como sus piezas envuelven el cuerpo, trasformando quien las lleva en parte de su Origami Fashion, son sin duda la marca registrada del diseñador. Nacido en 1938 en Hiroshima, Issey fue testigo y superviviente de la bomba nuclear del 6 de agosto de 1945. Estudió diseño gráfico en Tokio y después de trabajar en París y Nueva York, volvió a la ciudad japonesa en 1970, cuando abrió su estudio de diseño de ropa femenina. Ganador de varios premios de cultura y arte, sigue activo al frente del 21 21 Design Sight , el primer museo de design de Japón y centro de pesquisa para el diseño creado por él en 2007 y gestionado por la Fundación Issey Miyake.

Otro Japonés, Kenzo Takada, fue uno de los primeros diseñadores japoneses a fijar su residencia en París. Empezó en la moda ya abriendo camino para los que vendrían después de él: fue uno de los primeros alumnos masculinos admitidos en la Escuela de Moda Bunka, de Tokio, en 1958. Contra la voluntad de su familia, terminó sus estudios y en 1964 se fue a vivir a París. Se dice que sus primeros diseños, que mezclaban muchas telas diferentes, de colores y estampados variados, que se trasformarían en su marca registrada, no surgieron solamente por inspiración creativa del diseñador, sino también por necesidad: el joven Kenzo no tenía ayuda alguna y no podía costearse las telas que quería. Tenía que adaptar sus creaciones a los retales que encontraba en el "mercado de pulgas" de París. Verdad o no, es un ejemplo de que cuando se quiere hacer algo y se lucha por ello, se puede. Su primera tienda, abierta en 1970, se llamó Jungle Jap. La primera ya con su nombre, Kenzo, la abrió en 1976 en la plaza parisina con el inspirador nombre de "Plaza de la Victoria". Alcanzó un enorme éxito, lanzando también moda masculina y, como no, una línea de perfumes y cosméticos. En 1999, se retira de la moda y la Maison Kenzo, desde entonces parte del grupo LVMH, entra en un período de declive. Después de pasar por la dirección creativa del italiano Antonio Marras, sus directores creativos, desde 2011, son Carol Lim y Humberto Leon. Los dos han sabido traer desde Opening Ceremony, el estudio creativo fundado por ellos en Nueva York, la modernidad que necesitaba la marca. Sus sudaderas de tigre, sus diseños exclusivos para las deportivas Vans, sus estampas surrealistas de ojos y sus campañas publicitarias ya no pasan desapercibidas a nadie. Han captado un nuevo público y empezado una nueva era de renovación, manteniendo el espíritu de la marca creada por Kenzo, que mezcla el street style japonés, el chic parisino y las influencia étnicas.

Tres maestros que han sabido trabajar de forma innovadora y osada la tradición y la modernidad y que nos han hecho abrir nuestros occidentales ojos a la cultura, al arte y a la moda oriental.