Todos ya hemos oído hablar de los llamados "tejidos inteligentes". Conocidos por ese nombre por su capacidad de alterar su naturaleza en respuesta a la acción de diferentes estímulos externos, ya sean químicos o físicos. Se vienen desarrollando desde hace ya algún tiempo y nos vemos sorprendidos casi a diario con nuevos descubrimientos en esta área.

La combinación de la alta tecnología con la ingeniería textil es el campo de estudio de varias empresas en todo el mundo. Los textiles antimicrobianos de Trevira bioactiva, que evitan la aparición de las bacterias que causan olor con la transpiración. La fibra de Nylon de BASF que protege de los rayos UV. Tejidos transpirables, impermeables, que evitan manchas, que se limpian solos, que cambian de color y hasta los que regulan la distribución de aromas, de cosméticos o de medicamentos. Más allá de su utilización en prendas de vestir, las empresas AITEX y UNIFAM han desarrollado una alfombra que, incorporando la electrónica y la informática al tejido, puede ser utilizada como alarma de intrusión o como contador de entrada en hoteles y centros comerciales. El estudio sueco de diseño The Re:Form ha creado una cortina para ventanas que por una cara almacena la luz del sol durante el día y por la otra emite luz durante la noche. Muchos proyectos parecen salidos de cuentos de ficción pero la verdad es que el trabajo que realiza Lauren Bowker me ha sorprendido. Y mucho.

Bajo el nombre de The Unseen, Lo Invisible, la artista se presenta como alquimista de materiales y nos invita a conocer su mundo, lleno de magia y posibilidades. Su propuesta: ver lo invisible. Lauren no solo ha desarrollado tintes reactivos sino que ha reunido un grupo de personas que comparten su "visión de lo invisible", creando todo un universo mágico donde la ropa es parte de un espectáculo mayor. La idea de la artista es mezclar biología y química creando nuevos materiales que combinen ciencia, arte, diseño y performance para crear... magia. El proyecto, lanzado el pasado 15 de febrero, ocupa un espacio tan especial como su propuesta: el sótano de la famosa Somerset House, uno de los grandes edificios históricos de Londres, convertido en centro de arte y cultura.

Graduada por la Escuela de Arte de Manchester, su proyecto de final de curso fue un tinte sensible a la emisión de carbono. Siguió sus estudios en el Real Colegio de Artes de Londres, donde desarrolló tintes sensibles a su entorno.

Trabajando con industrias tan dispares como la aeronáutica y la moda, sus proyectos han sido exhibidos en la Semana de la Moda de París y en la Real Academia de Ingeniería de Londres. Su primera incursión en el mundo de la moda fue su galardonada chaqueta con el tinte PdC12. Diseñado para reaccionar ante la presencia de altas emisiones de carbono, el tinte cromático cambia de amarillo a negro de acuerdo con la menor o mayor cantidad de emisiones a que está expuesta la chaqueta.

Su primera colaboración profesional en la moda fue un trabajo para la marca francesa Peachoo&Krejberb en su colección otoño/ invierno, presentada en la semana de Moda de París. La artista ha desarrollado piezas esculturales, inspiradas en su trabajo final para el Real Colegio de Arte de Londres, trabajando con plumas, en una colección simplemente inquietante.

Su más reciente trabajo, llamado Air (Aire), es una colección cápsula desarrollada con un tinte reactivo al viento. Su intención, revelar la invisible turbulencia a la que estamos expuestos en nuestro entorno, totalmente dentro de su propuesta de "ver lo invisible". La colección fue presentada con una performance interactiva, coincidiendo con la última Semana de la Moda de Londres. Totalmente trabajadas a mano con piezas de cuero recortadas a modo de plumas y pintadas con el tinte reactivo, sus creaciones cambian de color simplemente con el aire.

La utilización del material para ofrecer un lenguaje innovador dentro de la comunicación visual y la moda me parece muy interesante. El trabajo de Lauren Bowker y su grupo The Unseen uniendo ciencia y diseño está solo empezando. A ver qué otras cosas invisibles nos esperan en el futuro.