Si Miguelanxo Prado ya se había ganado el reconocimiento como uno de los grandes autores del cómic actual, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, gracias a obras como Trazo de tiza, Ardalén viene a confirmar sin ningún género de dudas que el título de "maestro" no le queda grande en absoluto.

Sabela es una mujer que ya ha cumplido los cuarenta, se acaba de divorciar y ha perdido su trabajo. En su búsqueda de sí misma y de su identidad, se aferra a la idea de averiguar quién fue su abuelo, un abuelo ausente que su abuela intentó borrar de sus vidas cuando se marchó a las Américas para no regresar. Su única pista son unas cartas en las que se habla de un compañero originario de otro pequeño pueblo gallego. Éste podría ser Fidel, pero su memoria es como un cajón lleno de recuerdos sin orden ni sentido y reconstruir la historia de su pasado no será una tarea fácil.

Una historia sobre la memoria y los recuerdos, analizados desde una perspectiva amplia, con un toque de melancolía e impregnada de realismo mágico.