El rostro "estrella" de Canal Cocina, Julio Bienert, conocido por "Julius" y protagonista del programa "Los 22 minutos de Julius", parafrasea la película "Ratatouille" y repite aquello de que "cualquiera puede cocinar".

Como parte del programa del III Festival de Cine Gastronómico de La Laguna, y durante un diálogo abierto en compañía de las blogueras Silvia Cerezo (Mi dulce tentación) y Mª Loreto López de Vergara (Sabores de colores), Julius desveló su intención de regresar a la Isla, donde ya estuvo en una época integrado en la plantilla del hotel Bahía del Duque.

"Me apetece un giro, un cambio radical. El periodo más largo que he pasado en un mismo lugar son estos últimos cinco años que he permanecido en Madrid y la verdad, me han cambiado". Tras una pausa, sentenciaba: "Ahora quiero disfrutar, ser feliz y para mí eso significa cocinar, no catorce horas metido en un restaurante, sino cuatro o cinco en un chiringuito, en la playa", el lugar de sus sueños, y al calor del sur, "claro".

"Me imagino yendo a San Juan o a La Caleta a buscar el pescado; acudir al agricultor para recoger el tomate; en busca del ganadero que me sirva conejos frescos...".

Los contactos ya están abiertos y acaso solo haga falta un golpe de plancha y una pizca de sal para que Julius se sumerja en la Isla.

De su reciente presencia como presidente del jurado en el último Campeonato de Cocineros de Canarias, Julius recuerda cómo lo cautivó la sama roquera, el ingrediente de unos de los platos de la prueba. "A ningún concursante se le ocurrió prepararla en sashimi o como carpaccio, con el sabor, el carácter y la personalidad que desprende". Y desde entonces, la idea no ha parado de darle vueltas: "aprovechar el producto".

La didáctica del programa televisivo en el que en 22 minutos cocina dos platos supone una propuesta, un juego. "Que cada uno lo aplique a su pulso, a su vida diaria. No doy fórmulas, sino ideas", subraya.

Julius sostiene que en su programa "no hay truco" y que la mayoría de las veces "se hace a tiempo real, de lo que estoy orgulloso porque es el único formato en el mundo de este tipo".

Lo cierto es que no faltan "compañeros" de oficio que lo ponen "a caldo", que cuestionan no solo lo que hace, sino lo que representa. Pero ahí queda su carta de presentación: 800 programas y 900 recetas colgadas en internet.

Paradójicamente, este monstruo de la pantalla admite que no tiene televisión y que solo ha visto un programa de TopChef y nunca el de MasterChef. Eso sí, lamenta que "siendo la española la mejor cocina del mundo, hayamos fusilado el modelo norteamericano y además sin mejorarlo".

Y eso, para quien considera la cocina como la mejor de las artes, la belleza es una ilusión que solo es posible entre fogones.