Del municipio de Pozuelo de Alarcón, antaño mentado Pozuelo de Aravaca, donde, en el año 1631 era su propietario D. Gabriel Ocaña de Alarcón; o del Paraje de los Meaques, o del "Manteo del Pelele"... de esta franja de la Comunidad de Madrid es nuestro protagonista que asoma hoy: Luis Puebla Laguno.

Dignísimo escritor fue, además, profesor de Lengua y Literatura del Instituto San Juan de la Cruz de dicha localidad madrileña. En el año 1995 obtiene el Premio Gerardo Diego en poesía, que organizara el Ayuntamiento del mencionado municipio en primera línea.

Luis Puebla Laguno ha publicado tres libros para niños, dos en poesía; "Gaviotas" y "Ventanal", y otro en prosa: "Soñando con la fiesta", aparte de cinco para adultos. En verso: "Clarines del alma", "Fiesta y sentimientos" y "Como águilas volad". En narrativa; "Cristina, reina del ruedo" y "Lo taurino en familia".

Luis Puebla Laguno: imaginativo, veraz, de voz honda y sencilla, clara, ameno...

Concluyo este escueto y modesto esbozo sobre eminente erudito con su poema "Naiara". Dice: "Naiara de mis sueños,/ vivo para ti./ Ya ves que mi alma vuela para estar con la tuya./ Grato orvallo,/ nada sé de tu esencia,/ mas te conozco desde siempre,/ como un desierto a su oasis ausente./ Mi esperanza no lucha contra el tiempo,/ pues tú y yo somos ese tiempo inenarrable/ que me place contar en voz alta/ y en silencio,/ por ser tantas las formas de amar en cada instante,/ y prohibirlo es torpeza./ Naiara de mis días infernales y bellos,/ estrella deleitosa de mis noches amargas,/ de los más dulces besos./ Gozo incontrolable/ que me sacas de fangales horrendos,/ nunca abuses de mí,/ perfecto siervo./ Recuerda siempre/ nuestros mimos sinceros,/ este amor inconcluso/ bordado en la promesa de nuestra fiel entrega./ Naiara de mi suerte,/ la barca en que bogamos/ nunca debe hacer agua./ Tus ojos y los míos no entienden de mentiras,/ y, en un perfecto abrazo,/ evitan los escollos de cualquier mar u océano,/ pueden con las tormentas del olvido,/ hacen nuestro amor mágico./ Naiara evocadora/ de ritmos más hermosos y divinos/ que "las cuatro estaciones"/ que Vivaldi nos trajo;/ vivo por ti/ y no vivo/ al no verte a mi lado./ Encanto de algún mar,/ quédate con mi ser,/ ven pronto a un corazón que te ha buscado./ Naiara de mis sueños,/ ya lo ves,/ lo mejor que hay en mí/ -un gran amor-/ tan solo para ti/ con perfecta locura lo he guardado".