El director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, ha señalado que el Zinemaldia "desapareció" ayer de las calles de la ciudad para que las personas que siguen la huelga general convocada por los sindicatos vascos contra la política de recortes "no se sientan agredidas".

"Nosotros no nos podemos definir ni a favor ni en contra de la huelga, pero sí tenemos claro que vivimos un momento complicado y nos solidarizamos con la gente que lo está pasando mal", explicó.

En ese sentido, comentó que el festival ha pensado que su obligación era defender las películas y los invitados programados para el día de ayer, por lo que se concentró toda la actividad en el Kursaal.

Ayer no hubo coches oficiales, los carteles que decoran la ciudad y la exposición del María Cristina fueron tapados con plásticos negros, y la "alfombra roja" que anoche hubiera tenido a Monica Bellucci como protagonista se suspendió. "El festival desaparece de la ciudad, y no haremos ostentación", anticipó horas antes su director. La jornada de huelga, calcula Rebordinos, podría costar al festival entre 30.000 y 40.000 euros.