Un equipo internacional de investigadores, liderado por la Universitat Autónoma de Barcelona (España) y la Universidad de York (Reino Unido), ha proporcionado la primera evidencia molecular de que los neandertales no sólo comían una gran variedad de alimentos vegetales cocinados, sino que también conocían sus cualidades nutricionales y medicinales. El hallazgo ha sido publicado en la revista Naturwissenschaften (Ciencias Naturales).

Hasta hace poco se pensaba que los neandertales, que desaparecieron hace unos 30.000 años, eran predominantemente carnívoros. Sin embargo, la evidencia de la amplitud de su dieta está creciendo, a medida que se llevan a cabo análisis más sofisticados. Los investigadores del nuevo estudio identificaron el material atrapado en la placa dental calcificada de cinco neandertales de El Sidrón, en Asturias.

Según los expertos, los gránulos de almidón y las marcas de hidratos de carbono en las muestras evidencian compuestos de plantas tales como el azuleno y la cumarina, así como de frutos secos, hierbas y verduras verdes; aunque abogan por un uso más amplio de las plantas ingeridas, sugerido por los análisis de isótopos estables.

Conocían su entorno

Los investigadores señalan que "el uso variado de las plantas que hemos identificado sugiere que los neandertales de El Sidrón tenían un sofisticado conocimiento de su entorno natural, que incluye la capacidad de seleccionar y utilizar ciertas plantas por su valor nutricional y para la auto-medicación".

"Aunque la carne era muy importante, nuestra investigación apunta a una dieta aún más compleja de lo que se suponía anteriormente", añaden.

Una investigación anterior, realizada por los miembros de este mismo equipo, ya había demostrado que los neandertales de El Sidrón tenían el gen de la percepción del sabor amargo. Ahora, gracias al análisis de la placa dental, se ha encontrado evidencia molecular de que un individuo había comido plantas de sabor amargo. La evidencia indicaría que este individuo había comido plantas como la milenrama y la manzanilla, con poco valor nutritivo, por lo que es probable que fueran seleccionadas por los neandertales por razones distintas del gusto".

El sitio arqueológico de la cueva de El Sidrón, en Asturias, descubierto en 1994, contiene unos dos mil restos óseos de trece individuos de hace entre 47.300 y 50.600 años.