El escritor peruano Mario Vargas Llosa se mostró ayer comprensivo con la indignación que sienten muchos ciudadanos en España por la crisis, en particular los jóvenes, pero también ha advertido de las "derivas sumamente peligrosas" que suelen tener las "democracias de la calle".

"España es una democracia, una democracia funcional. Y la democracia tiene sus canales a través de los cuales se puede y se debe expresar la protesta, la crítica... Es peligroso que esas protestas se aparten de los canales propios de la democracia y se quiera entablar una democracia de la calle", señaló el premio nobel de literatura al ser preguntado por el primer aniversario del movimiento 15M.

Vargas Llosa, que ayer recibió el título de Hijo Adoptivo de Las Palmas y mañana viernes será investido doctor "honoris causa" por su Universidad, subrayó que pretender instaurar una "democracia de la calle" puede conducir a situaciones "sumamente peligrosas para el futuro institucional, para la legalidad y para la auténtica libertad".

No obstante, el autor de "La ciudad y los perros" considera legítimo que los ciudadanos protesten e incluso comprende que, "en un período de grandes sacrificios en España", los jóvenes y los profesionales recién formados que sufren la "enorme inseguridad por el riesgo del paro" estén indignados.

El escritor hispano-peruano también señaló que le preocupa "muchísimo" el resultado obtenido por el partido filonazi Amanecer Dorado en las últimas elecciones en Grecia, porque lo considera "un síntoma de algo que, por desgracia, está ocurriendo no solo en ese país, sino en otras partes de Europa".

En este contexto, ha hecho una cerrada defensa del proyecto de construcción europea, que ha traído al continente progreso, democracia y "60 años continuados de paz" por primera vez en su historia, por lo que cree preciso "salvar a Europa y mantener, en medio de la tempestad, la serenidad y el optimismo".

Salvar Europa

"Hay que salvar a Europa de esos pesimistas que ya auguran su fracaso, porque no hay ninguna razón. Estamos en una crisis económica muy seria porque ha habido un exceso de despilfarro, porque no ha habido la prudencia necesaria y porque no se tomaron las precauciones debidas a tiempo. Todo eso se paga", señaló.

Preguntado por el estado de la educación y sobre las repercusiones que en este ámbito está teniendo la crisis, ha defendido que los sistemas educativos deben "ponerse al día", para estar "a la altura de este mundo transformado por la globalización y la revolución tecnológica" y para adaptarse al contexto actual de "tremenda crisis económica".

Sin embargo, también ha advertido contra aquellos que "quieren sacrificar las humanidades, porque las consideran un lastre o un lujo" que la sociedad no puede permitirse en un momento en el que hay que formar profesionales para el mercado laboral.

Llosa estima que "sacrificar las humanidades puede tener consecuencias desastrosas", entre ellas la de "crear una sociedad robotizada en que la que lo primero que se puede desplomar es la democracia". Las universidades no deben "abdicar" nunca.