Bruce siempre vuelve. La atracción que España ejerce sobre The Boss se ha alargado durante más de tres décadas y 41 conciertos antes del que va a ofrecer esta noche, a partir de las 21:00 horas, en el Estadio de Gran Canaria. Más de tres horas de espectáculo es lo que propondrá Springsteen y su inseparable E Street Band en el que será su primer "desembarco" musical en el Archipiélago.

Barcelona, veintiuno de abril de 1981. Ahí empezó a crecer el mito que rodea cada actuación de Bruce en territorio español. Springsteen adora España y su público ama a un artista que llega a Las Palmas en plena promoción de "Wrecking Ball", álbum que centrará una parte importante de la escaleta preparada para su puesta de largo en Canarias: veintisiete canciones sonarán en un recinto que albergará a más de 30.000 espectadores.

Una de las virtudes de Springsteen es su facilidad para modificar el guion de sus conciertos, es decir, nunca hay dos espectáculos iguales. El pasado domingo en Sevilla, por ejemplo, se presentó ante sus seguidores bajo los acordes de la banda sonora de la película "El bueno, el feo y el malo", de Ennio Morricone.

El clásico "Badlands" abrió en Sevilla un repertorio en el que no faltaron otros títulos emblemáticos como "Bobby Jean", "Tenth Avenue", "We are alive", "Dancing in the dark", "Born to run" o "I''m going down". Los críticos advirtieron de que se encontraron con un Springsteen (1949) exultante, un Bruce que no se guardó nada, un jefe que renovó el compromiso que tiene abierto con España. Y es que Bruce ya no solo se va de pinchos por Bilbao o decide darse un baño en La Concha, el de Nueva Jersey ha decidido ampliar sus conocimientos en Canarias.